Anabel Gulías Torreiro, flamante número dos del BNG en las pasadas elecciones municipales y concejala revelación del equipo de gobierno de Miguel Fernández Lores, acaba de cometer su primer gran error desde que está al frente del área municipal de promoción económica de esta ciudad. Un fallo lo tiene cualquiera y alguna vez tenía que pasarle algo así.

Lo que no imaginaba Anabel era que ese día malo, muy malo, iba a llegarle por culpa de un viaje a México con la primera delegación comercial encabezada por el propio alcalde, que Pontevedra envía al mundo mundial. Ahí es nada.

Todavía faltan dos meses para el anunciado salto al otro lado del charco para hacer las américas como quien dice, y Anabel está inmersa en el ojo del huracán con un mareo de mil demonios por culpa de una organización a caballo entre la precipitación y la improvisación, o ambas cosas al mismo tiempo, algo que no casa bien con el arte de nadar y guardar la ropa.

La concejala de Promoción Económica ha sufrido una equivocación incomprensible: preparar y anunciar a bombo y platillo una misión comercial de veinte pymes locales, sin contar para nada con las tres organizaciones que agrupan a las pequeñas empresas pontevedresas, Aempe, AJE y la Cámara de Comercio. Tres colectivos, por cierto, que no se caracterizan por ponerle piedras en el camino, ni mucho menos, al equipo de gobierno del BNG.

Una queja de las tres entidades marginadas ha bastado para que Anabel replegara velas, enmendase la plana y las subiese al barco. Ahí ha estado atenta la concejala y ha sabido corregir el rumbo a tiempo.

Pero una reunión de la Comisión de Economía y Hacienda del Ayuntamiento acaba de dejar a Anabel poco menos que con el trasero al descubierto. O la traída y llevada misión comercial está todavía en pañales, o la concejala tiene mucho que ocultar y no suelta prenda. Ni nombre de las empresas con plaza ya reservada, ni coste del proyecto a costa del contribuyente, ni agenda a desarrollar en ese viaje a México lindo y querido.

El meollo de la cuestión está en adivinar si con este viaje promocional y comercial de Pontevedra para el mundo, va a cumplirse o no ese dicho tan atinado de que lo que mal empieza, mal acaba para Anabel Gulías Torreiro.