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la mirada

Galicia, sitio distinto

n La excepción . Galicia, sitio distinto, cantaban a finales de los ochenta Os Resentidos, y tantos años después, este himno de la Galicia moderna mantiene su vigencia. En tres de las cuatro provincias, los socialistas no fueron capaces la pasada semana de ponerse de acuerdo en la elección de los delegados al Congreso que el próximo fin de semana ratificará a Pedro Sánchez como secretario general. Galicia, y en concreto, Pontevedra, Lugo y Ourense, fue la excepción. Mientras en la gran mayoría de las provincias españolas hubo listas de integración, que respetaban los porcentajes de votación de las bases de las primarias, en esta comunidad no pudo ser. Pedro Sánchez pidió a los suyos candidaturas de unidad para no reeditar la guerra por el poder apenas dos semanas después de su elección como líder. Sánchez quería tender puentes con los perdedores, firmar al menos por un tiempo una tregua, pero los suyos en Galicia no pudieron, no supieron o no quisieron. El deseo de Sánchez no fue satisfecho en esta comunidad. En Andalucía, donde manda la gran derrotada de las primarias, Susana Díaz, hubo candidaturas de unidad en las ocho provincias para elegir a los 255 delegados que le corresponden. ¿Por qué en Galicia, no fue posible? Porque más que los intereses del nuevo líder del PSOE pesaron las heridas abiertas desde tiempos ya inmemoriales entre familias, clanes y grupos de interés varios que pueblan el PSdeG.

n Pontevedra. En las listas de Pontevedra y Ourense se borró al máximo poder institucional del partido en las dos provincias. Fueron excluidos los partidarios del alcalde de Vigo, Abel Caballero, y la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, y también de la regidora de Lugo, Lara Méndez, y el titular de la Diputación lucense, Darío Campos. Los motivos fueron diferentes. En Pontevedra, la dirección provincial aceptó tener 6 de los 16 puestos para el Congreso Federal tras el varapalo sufrido en su apuesta por Susana Díaz, pero los sanchistas impusieron a Gonzalo Caballero como líder de la lista, justo después de que lista del economista vigués fuese la menos votada en su ciudad, al imponerse la lista de delegados impulsada por el regidor con el 57% de los votos.

n Lugo. En esta provincia, parece que los partidarios de Sánchez y alineados con José Ramón Gómez Besteiro quisieron apartar a quienes en la batalla de las primarias optaron por la neutralidad en público. La pugna por el control del ente provincial y la controvertida figura del alcalde díscolo de Becerreá y vicepresidente de la Diputación, Manuel Martínez, son también claves para entender qué pasó.

n Ourense. El PSdeG está tan fracturado en esta provincia, que los pedristas acudieron divididos a la votación, solo quince días después de la victoria. Así la lista liderada por Rocío Frutos, la única diputada gallega que se abstuvo en la investidura de Mariano Rajoy, solo logró dos votos más que los susanistas.

n Aire fresco . Los afiliados quieren aire fresco, apuestan por la renovación, aunque ello suponga incertidumbre y muchas incógnitas. Todos, incluidos los de Pedro Sánchez, deberían tenerlo en cuenta. Las bases pueden ser volátiles. Acaban de dar la espalda al aparato, y le castigan con su indiferencia, pero mañana pueden ser ellos los ajusticiados. Sobre todo, si perciben que tras estos movimientos tácticos sus representantes solo buscan su particular cuota de poder.

n El 'alkalde' . La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, pasó de defender el movimiento okupa como "un fenómeno cultural" a asegurar: "Queremos ayudar a que los okupas sean inquilinos. No podemos tener un Madrid tercermundista, de gente sin derechos, de gente que resuelva sus problemas en contra de la ley". Carmena, con idas y venidas a favor y en contra de los okupas, y presionada por los suyos, se debate entre satisfacer a buena parte de sus votantes, que sintonizan y simpatizan con los okupas, y una mayoría de electores, que no querrían que su casa fuese una de las okupadas. Lo mismo le puede pasar al regidor de Santiago, Martiño Noriega, en cuya ciudad esta semana se desató una tormenta política, a cuenta del desalojo de un edificio okupado en el casco histórico, lo que provocó una batalla campal en la calle entre la Policía y los partidarios de los okupas. En la reyerta se colaron jóvenes con afán de incendiar los ánimos, quemando contenedores y lanzando tornillos con tirachinas. Igual que Carmena, Noriega seguramente se debate entre el no contrariar a sus bases, muy pro movimiento okupa, y ensanchar sus apoyos electorales. Lo tiene difícil. Unos y otros le exigen claridad, y la tibieza, a ninguno de los extremos, les parecerá suficiente. Por el momento, la balanza se inclina hacia el movimiento okupa.

n Voz discordante . Agustín Hernández, actual portavoz del PP en Santiago y antes conselleiro de Infraestructuras y número tres del PPdeG, se salió del guión oficial, al pedir a su partido abrir "una reflexión" sobre su negativa a crear una comisión de investigación en el Congreso sobre el accidente de Angrois. Quizás Hernández se animó a llevar la contraria a los suyos ante la inminente soledad del PP, que ha perdido al PSOE como aliado en esta cuestión. La victoria de Pedro Sánchez ha supuesto un giro y los diputados socialistas podrían votar a favor de investigar ya en Madrid, como antes lo hicieron en Galicia. La respuesta de su jefe, Alberto Núñez Feijóo, no se hizo esperar. "A veces, una cosa es la que te pide el corazón y otra lo que te dicta la cabeza", y en este caso, la razón le dice al presidente de la Xunta que primero debe cerrarse la causa judicial y luego si procede abrir una investigación política en el Cámara Baja. Observando lo lenta que va la Justicia, la comisión se haría esperar. años El corazón tiene razones que la razón desconoce, dice el refrán, pero la cabeza también tiene razones que el corazón nunca entenderá. Que se lo digan a las víctimas.

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