La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero. Cuando Trump clama que los europeos no contribuyen a su propia defensa como deberían dice una verdad como un tanque. No es menos verdad que esa inferior contribución, y la mucho mayor de USA, es la fuente de legitimidad (por así decir) del Imperio, por aquello de que quien paga manda, pero eso no le quita razón. La espalda de esa verdad que ha dicho Trump es que la UE ha vivido siempre en la mentira, alardeando de un poderío que ni es suyo ni paga. Mi opinión es que Europa difícilmente asegurará su independencia -la verdadera base de la unidad, pues son dos conceptos interconectados- mientras no tenga musculatura para defenderse. ¿Quién se atreve a subir a una tribuna del Parlamento a defender que se gaste más en defensa y, por tanto, menos en otras cosas? Ése es el problema, claro, pero salir de la hipocresía nunca resulta gratis.
