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La Mirada

Villares no es Ada Colau

| En Marea . "Estoy muy satisfecho porque se sientan las bases de manera irreversible para una organización nacional catalana. Es una magnífica noticia para Cataluña", declaraba el martes en los pasillos del Congreso el líder de Podemos, Pablo Iglesias, tras el anuncio de que su partido se integra en Un país en Comú, el nuevo partido que impulsa en Cataluña la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Podemos renuncia a sus siglas y se diluye en la nueva marca junto con Barcelona en Comú, ICV y EUiA. ¿Por qué en Cataluña sí y en Galicia, no? ¿Por qué aquí la formación morado solo permitió disolver sus siglas para concurrir a las elecciones autonómicas de septiembre pero mantiene su autonomía con respecto a En Marea y no ha entrado en el nuevo partido? En Galicia, los líderes de En Marea y Podemos restan importancia a lo sucedido en Cataluña, y abogan por continuar profundizando en su relación, pero cada uno desde su casa. Juntos, pero no revueltos. Sin embargo, lo cierto es que hay un agravio comparativo para En Marea. ¿Por qué Iglesias estrecha su relación con Colau y no con Luís Villares? Quizás se arrima a caballo ganador, y con En Marea no lo tiene tan claro: sus divisiones internas y unos alcaldes novatos que gobiernan en minoría y con una oposición a la contra lastran su estreno como fuerza líder de la oposición en Galicia. Quizás porque no quiere unirse a un club donde los que están desde enero son incapaces de ponerse de acuerdo en quién es su líder y repartir puestos en la dirección. Aunque también es cierto que su entrada dispararía las tensiones, pues no puede Podemos Galicia presumir ante En Marea de unidad interna. En todo caso, en Cataluña, y por mucho que le pese al líder del partido morado, el referente de la izquierda rupturisa es Ada Colau, artífice en muy buena medida de que En Comú Podem, la Marea de Cataluña, fuese la fuerza más votada en las generales de junio del pasado año. Si Podemos en España fue incapaz de dar el sorpasso al PSOE, y En Marea en Galicia hubo de conformarse con el tercer puesto, En Comú Podemos se encumbró al primer puesto. El éxito en las urnas alimentó las ganas de poder de Colau, que piensa que su proyecto tiene opciones de ganar las próximas elecciones catalanas. Pero también le dio argumentos para plantarse ante Iglesias y doblarle el espinazo. Tras meses de negociaciones, finalmente Podemos se pliega ante Colau en Cataluña. Y eso que no fue fácil. La alcaldesa de Barcelona llegó a reprochar a Iglesias que al crear Podemos "actuara con toda la arrogancia" al no reconocer como actores políticos del cambio a los movimientos que existían antes, como es el caso de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, la PAH, que la propia alcaldesa impulsó. La regidora de la Ciudad Condal lamentó que el partido de Iglesias se aprovechara electoralmente de un trabajo ya avanzado sin reconocer los méritos de los activistas que, como ella, habían hecho llevado el descontento a la calle y visibilizado los efectos de la crisis y los recortes: "Podemos hizo un análisis político frío y racional, describiendo una ventana de oportunidad. En eso acertaron, nadie había dado el paso y ellos eran los primeros. Había un contexto de oportunidad, pero no lo habían generado ellos, lo había generado mucha gente, como la PAH, a la que no supieron entender ni respetar", narraba hace justo un año Colau. ¿No suscribiría este mismo discurso palabra por palabra Xosé Manuel Beiras, a quien Iglesias reconoce como el inspirador, con su proyecto de AGE, de Podemos? Galicia fue vanguardia, la antesala donde se ensayó la alianza de fuerzas de izquierda más allá del PSOE para capitalizar el descontento de amplias capas de la sociedad con la gestión de la crisis por parte de los partidos tradicionales. Después vino Podemos, pero ahora Galicia queda rezagada.

| PSdeG . Hace dos semanas que expiró el mandato de la comisión gestora del PSdeG, y desde entonces Ferraz ha sido incapaz de tomar una decisión, por lo que el PSOE gallego es como un avión que vuela con el piloto automático. ¿Cuánto tiempo puede resistir así, sin tener quer aterrizar, al menos para repostar? La no renovación de la actual gestora, presidida por Pilar Cancela, para que siga con las riendas del partido hasta la celebración del congreso gallego demuestra que Madrid no confía en ella. Queda claro estos días que no solo es cuestionada por el PSOE de Pontevedra o del PSOE de Ourense, entre otros. Si Ferraz apostara por Cancela la renovación en el cargo habría sido inmediata, pero se sabe que le están buscan sustituto, el problema es que no lo encuentran, al menos con el consenso suficiente para calmar las aguas revueltas del PSdeG. Las dificultades que está teniendo Ferraz evidencian también la grave fractura del partido en Galicia, que sumada a la que sufre a nivel estatal, no augura buenos tiempos para el socialismo gallego. Hace un año que dimitió José Ramón Gómez Besteiro como secretario xeral por sus imputaciones judiciales, y no se vislumbra quién puede ser el nuevo líder, el referente que sea capaz de recomponer el partido y rearmarlo de cara a recuperar posiciones electorales. Seguramente, no habrá grandes movimientos en Galicia, hasta que se celebre el congreso federal, y se sepa quien se pone al frente del timón del PSOE: Susana Díaz, Pedro Sánchez o Patxi López. La victoria de una, el otro o el tercero será decisiva para que aquí unos u otros se animen a dar la batalla por el poder gallego.

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