Que no hay mal que por bien no venga, ea.

Porque, mire usted, con lo preocupados que por aquí estamos con la futura salida/abandono de la UE por parte del Reino Unido (que ya veremos si es, efectivamente, el Reino Unido o tan solo Londres), ahora resulta que, gracias a la sagacidad de la Consellería do Mar (merced a un informe que la Xunta encargó al Instituto Salvador de Madariaga para estudiar las posibles afectaciones del Brexit sobre el sector pesquero gallego) el Brexit "es unja situación sobrevenida que permitiría revisar el principio basándose en que las circunstancias que en su día justificaron ese acuerdo político, cambiaron y por lo tanto dejarían de tener validez".

De este modo, el Ministerio de Agricultura y Pesca (por fin), Alimentación y Medio Ambiente puede hacer suyo el planteamiento derivado del tal informe por parte de la Consellería do Mar y actúe en defensa de la teoría argumental de los representantes de Galicia. Si con esta teoría se da respuesta a una posible modificación de la misma, el futuro del sector pesquero gallego podría ser muy otro.

Es decir, que después de tantos problemas, persecuciones y apresamientos, el Reino Unido -en caso de abandonar la Unión Europea- nos hará un gran favor desde cualquier planteamiento pesquero, comenzando por la revisión del principio de estabilidad relativa en el reparto de TAC y cuotas de pesca que tan directamente afecta al estado español desde que este pasó a formar parte de la UE.

El informe citado recoge que "la retirada de uno de los países que más se ha beneficiado del sistema de reparto de posibilidades de pesca sobre la estabilidad relativa, como es el caso del Reino Unido, podría ser la ocasión de revisar este criterio" bien individualmente, bien como consecuencia de la revisión del sistema de gestión por TAC y cuotas.

Es, efectivamente toda una nueva oportunidad, esta sobrevenida de un criterio netamente político y no jurídico ni ecosistémico, por lo que tendría sentido que se negociase políticamente su eliminación o actualización.

¿Será posible que, por la vía del Brexit el sector pesquero español pierda de vista el tortuoso principio de estabilidad relativa? Es muy probable. El informe del Instituto Salvador de Madariaga establece que "si las circunstancias permitieron la estabilidad relativa y posibilitaron su continua aplicación en el tiempo, estas cambiaron profundamente con la retirada del Reino Unido. Cambiadas las circunstancias, se justificaría un cambio de derecho".

¿Se imagina el lector que esto fructificase en el sentido que cabe esperar tras el informe antes citado?

En diciembre se van a decidir, como es tradición, los TAC y cuotas para 2017. Tal vez se conozcan aquí, en el Consejo de Ministros de Pesca de la UE, la firmeza o la endeblez de los argumentos británicos. Ojalá podamos agradecer a ese poco más de un millón de ciudadanos del Reino Unido que su portazo a la UE redunde en beneficio de los que pretenden seguir pescando en aguas comunitarias.

Nos íbamos a reír un rato, después de lo acontecido con la Merchant Shipping Act.