Faro de Vigo

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De comicos en florida charla culinaria

Yo venía de pasear entre cuerpos femeninos desnudos y tatuados, uno de esos bodypainting que organiza cada año la Escuela de Imagen y Sonido de Vigo, tras despedirme de Ricardo Spencer, maestro en efectos especiales, y el director del EISV, Fernando Marcote. Eran casi las doce de la noche cuando entré en La Comidilla a tomarme un gin tonic y vi a un grupo nutrido de gentes de florida charla y un tufillo a vida airada. Paso ante ellos para llegar a la barra y diviso a Morris, al que su madre llamaba Antoñito y su padre Durán, gran actor después. ¡Pardiez pero si era un puñado de buenos comediantes, cómicos, gentes de la farándula! Saludé a o noso Morris y, tras aposentarme ante la barra, me fijé en una mujer de poderosa presencia y voz mandante. Sí, era Patricia Vázquez, la excelente actriz y profesora de la Escola Superior de Arte Dramática de Vigo. Luego reconocí a Santi Prego, vigués, fundador de Ollomol Teatro y también profesor de la ESAD y también a Yolanda Muíños y Federico Pérez, que habían representado en Vigo ese día El presidente con Cándido Pazó. Entre todos sumaban un puñado de repartos en series gallegas, desde Pazo de Familia a Padre Casares, pasando por Era Visto, etc. ¿Qué hacían allí? ¿Qué intriga podían estar tramando? ¿Un acto de sedición contra el orden teatral, la fundación de una Asociación de Cómicos Airados o una comida sin más? Qui lo sá.

Viva la gaita, viva el gaitero

A los cómicos los vi en La Comidilla pero al musical Carlos Núñez lo vi dándose caña en una cinta del gimnasio Metropolitan una hora al menos, no muy lejos de Roberto Pérez, médico del Meixoeiro, que también se disciplina sea o no por sus pecados. Al músico vigués, al que vi crecer y triunfar con su gaita, siempre amable, positivo, afectuoso y creativo, le gusta ir de incógnito, con gafas, un gorro rapero y mirada en lontananza, a lo mejor para que no le dé e coñazo el pesado de turno mientras hace abdominales. Vale pero es que, además ¡lee mientras camina, y sabe Dios de qué materia non sancta! O sea que camina sobre cinta, lee, habla por teléfono, sale a la terraza para que no le oigan y va de un lado para otro al napoleónico modo, con un brazo a la espalda... Jó, Carlísimus, cómo eres.

Choles, el bacalao y Manolo Escobar

Hace tiempo que no veo a Jesús Martínez "Choles", el de Casa Choles en Vilar de Infesta, aquel que en todas las comidas remataba con un corrido o algo de Manolo Escobar. Me dicen que engordó y se le vio por Portugal con Emily Boullosa que, por llevarle la contraria está en régimen de adelgazamiento. "Choles" compraba varias piezas de bacalao,o sea que ya sé de dónde viene el que alguna vez comí en su bar, cuando no comí pollos caseros, cabrito y churrasco. Iban felices pero congestionados y con razón: venían de una papatoria en Casa Calviño de As Neves a cuya patrona,María Groba, por cierto, le dieron uno de los premios de la Gala de Hostelería de Pontevedra celebrada el lunes en el Talaso de Oia, donde también premiaron a José Manuel Barbosa, Marcial Escudero (hoteles Lisboa y México) o a Cerviño, el de O Cabalo Furado...

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