La izquierda de Grecia recorta salvajemente. Los estudios del Gobierno heleno van por esa línea. Y los hechos. No se recortarán las pensiones actuales, las que se están cobrando, pero sí las de quienes se jubilen a partir de ahora. Como mienten por sistema, los cuentos y engaños saltan a la primera ojeada y es que, al tiempo, se anuncia que las pensiones que ya se están cobrando se revisarán en 2018, así que hasta entonces algo así como pagos simulados y en diferido. Vale cualquier trabalenguas.
Las que se cobren a partir de ahora, de este año, se recortarán hasta en un 35 por ciento. Syriza no falla.
Y aun la derecha española, la derechona, la oligarquía y los tenderos le tienen miedo a Podemos. Los que deben temblar ante el irresistible ascenso de Pablo Iglesias II y los suyos son los parados, los pensionistas, los que están por debajo de los mileuristas y tal y tal y tal. El partido hermano griego señala el camino. Pero la propaganda todo lo puede.
El común no ve que un general de cuatro estrellas de la OTAN, o sea, del Pentágono y sus tentáculos, no está ahí, en la formación morada, más que para hacer una reforma a fondo, un ajuste de caballo y un programa que dejará pálido al endémico de ZP-Rajoy.
Obviamente es necesario cambiar las cosas. Pero hasta ahora, con el PSOE y con el PP, los cambios se han hecho a costa de los más débiles. En lo que venga, que es Pedro Sánchez, más Pablo Iglesias II y lo que sea -el tripartito es impepinable-, peor aún: que se preparen los descamisados. ¡Cómo se carcajean los Bilderberg y sus siervos locales!
