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tRIBUNA LIBRE

El perro de Alcibíades

El general ateniense Alcibíades (S. V a. C.), en un momento en el que tenía que tomar grandes decisiones, cortó el rabo a su perro, dando lugar a que la gente lo criticara. Sus amigos le reprocharon ponerse de ese modo en boca de la gente, a lo que él respondió que eso era lo que pretendía: mientras los atenienses estén entretenidos con el perro, no estarán pendientes de lo que hago.

Lo que ha hecho Rajoy estos días, declinando la oferta del Rey para presentarse a la investidura sin renunciar a ser candidato, me ha recordado la anécdota del perro de Alcibíades, que ha pasado a la historia para designar aquello que hacen los personajes públicos para distraer la atención de los demás. Mientras estamos expectantes ante el posible desenlace de su acción, Rajoy gana tiempo para forzar un acuerdo de gobierno con Ciudadanos, y obstaculizar un posible gobierno del PSOE con Podemos.

Ciudadanos ha declarado que se abstendrá para propiciar la gobernanza, pero es probable que cambie su discurso y se avenga a pactar. Por encima de todo quiere evitar un gobierno en el que esté Podemos.

La división interna del PSOE cuenta también a favor de Rajoy. Por eso está jugando su última baza. El PP perdió el 20-D 3,5 millones de votos y la tercera parte de los diputados. Y esto después de unos muy malos resultados en las últimas elecciones europeas, andaluzas, municipales y catalanas. Toda una serie de derrotas que apuntan a una larga travesía del desierto. No conseguir ahora el gobierno representa la muerte política de Rajoy. De ahí su última jugada. De conseguirlo, su andadura será corta. España no ha cumplido el objetivo de déficit de 2015, ni podrá cumplirlo en 2016. Con el agravante de que este año tendrá que refinanciar 400.000 millones de euros.

Si en la última legislatura nos hemos hecho un 20% más pobres, 600.000 personas han incrementado el paro, 9 de cada 10 contratos son temporales, ha habido emigración, aumentó desigualdad, la tasa de cobertura de desempleo ha bajado al 57%, y la deuda pública ha aumentado en más de 300.000 millones, entre otras cosas y promesas no cumplidas, otro gobierno de Rajoy sería desastroso para España. Su tiempo se termina. Mariano Rajoy no puede convertirse en un dique para la democracia. Ante lo que está pasando podemos quedarnos sin palabras, pero lo que no podemos es quedarnos sin esperanza.

*Vecino da Estrada y miembro del Ateneo Estradense y del Círculo de Podemos.

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