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tribuna del lector

Mind the gap Cataluña

En la londinense estación de metro de Picadilly Circus los andenes tienen una línea ligeramente curva que ocasiona una brecha entre los vagones y tales andenes, con evidente peligro para la multitud de viajeros que a diario aceden o se bajan de los trenes. Hay conciencia de tal riesgo y los altavoces de la estación constante y monótonamente lanzan el aviso de "Mind the gap" (Cuidado con la brecha). Desconozco el origen de la anomalía, que tal vez obedezca al circular perímetro de la popular y bulliciosa plaza sobre la estación del tren subterráneo; como tampoco sé si no se corrige el entuerto por dificultades de tráfico o por el apego británico a las tradiciones

En nuestro país está sucediendo todo lo contrario y en un trazado bien unido y sin escisiones se intenta abrir una brecha por grupos catalanes que pretenden separarse de España, aunque afortunadamente no lo vayan a conseguir porque tropezarán con el soberano poder de la ley y el sensato deseo de la mayoría de sus conciudadanos

Hablamos de un minoritario pero significativo porcentaje de secesionistas; porcentaje que, sin duda, podría depurarse ampliamente con una veraz información de la realidad, hasta conseguir desterrar el adoctrinamiento que año tras año se viene haciendo desde la escuelas y los medio de comunicación

Tal sesgada y falaz información ha conseguido auténticos lavados de cerebro que invitan a lanzarse al precipicio en la creencia de que se trata de un leve y acolchado declive en cuyo fondo se ubica un paraíso en el que se encuentran toda clase de satisfacciones.

Consciente de repetirme, pero apelando a la sensatez, me gustaría emplazar al Sr. Mas -definitivamente venido a menos- para que con claridad y sin circunloquios señalara las ventajas que con la separación de España obtendría Cataluña y que, por otro lado, rebatiera los perjuicios que casi toda España considera evidentes : conculcar la voluntad de la mayoría de los catalanes, salida de la Comunidad Europea, salida de la zona euro, pérdida de competitividad comercial e industrial provocada por las barreras aduaneras de una nueva frontera, dificultades de financiación, éxodo de empresas -ya precautoriamente iniciado- y un largo etc. en el que podría incluirse el ninguneo del laureado F.C. Barcelona, confinado a una liga regional.

Un aterrador inventario para Cataluña y perjudicial para toda España, al que habría que añadir las enormes dificultades de gobierno derivadas de un amasijo contra natura de fuerzas políticas, con principio de unión para el objetivo secesionista, pero programáticamente antagónicos.

El Mind the gap Cataluña no se limita al peligro de una brecha que sabemos no se va a producir, sino que es extensible a la irracional actitud de desafío y propósito de no acatar la Constitución -votada mayoritariamente por los catalanes- y desobedecer las leyes. En este aspecto hay que poner a prueba la honestidad y buen hacer de las distintas formaciones políticas de la nación -la nación es España- para saber estar a la debida altura en un asunto de estado, llegando a un sincero pacto que, sin excepciones, apoye la aplicación de todos los resortes legales previsto en la ley de leyes . Así, pues, Mind the gap Cataluña

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