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Ilustres

San Martín de Tours en las miniaturas

Protagonismo particular tenían los grandes libros corales, que se colocaban en el facistol en el medio del coro y que permitían cantar por el mismo libro a un conjunto de cantores o a una parte del Cabildo.

El facistol es un gran atril con 4 caras y girable, que forma parte del mobiliario de los coros catedralicios y monásticos.

El coro de la Catedral de Ourense, cuando estaba colocado en medio de la nave mayor, tenía el suyo, una obra barroca rematada por una imagen de San Martín Obispo que es lo único que se conserva, tras el imperdonable desguace de coro, órganos y rejas llevada a cabo sin muchos escrúpulos por el arquitecto Antonio Palacios el año 1937.

Para la solemnísima litúrgica de una catedral viva con un numeroso cabildo, una importante capilla musical se cuidaron los órganos, la orquesta y se encargaron una serie de grandes cantorales de los que contamos 36 según catalogó mi predecesor en el Archivo Don Emilio Duro Peña en su imprescindible obra La Música en la Catedral de Orense, Ourense 1996 y a quien quiero evocar con respeto cuando se cumplen 20 años de su muerte.

Cantorales

Es válida la nota de la Wikipedia cuando define "Un Cantoral o libro de coro es un manuscrito musical de gran formato utilizado en iglesias y catedrales durante la Edad Media y el Renacimiento. El tamaño del pergamino es lo suficientemente grande como para que el coro completo pueda leer las notas musicales a distancia. Con frecuencia, para obras polifónicas, las partes musicales de las voces de una obra musical están presentadas en un simple par de hojas al contrario de la particella, donde cada voz está en un libro diferente. Los cantorales se situaban generalmente en los facistoles, en medio del coro de tal forma que, en su caso, las voces sopranos de los niños se situaban delante y los hombres detrás."

Y estos cantorales, los más importantes se enriquecen artísticamente con las llamadas letras capitales o letras capitulares o simplemente capitulares. Capitular es la letra que aparece al inicio de la obra, de un capítulo o de un párrafo y que tiene un tamaño mayor que las del resto del texto, ocupa varios renglones de alto, y en ocasiones se ornamentan cuidadosamente con imágenes en su interior que se llaman "capitales historiadas", estas capitales contienen, por lo general, espirales en forma de plantas, con pequeñas figuras de animales u hombres con finalidad meramente decorativa o con representaciones hagiográficas relacionadas con el texto y que podemos considerar como apoyos devotos a la música y al texto en una venturosa confluencia de poesía, música y arte.

Uno de los cantorales de la Catedral de Ourense, el nº 7 de la catalogación de Duro es especialmente valioso en ese sentido por las capitulares historiadas o miniadas con temas martinianos y que por su ubicación dentro de un libro y en un archivo son desconocidas y por ello puede ser oportuno publicarlas.

El Cantoral nº7 consta de 163 folios, páginas de 765 x 445 mm. Encuadernado en piel sobre gruesa madera con cinco clavos en cada cubierta de los que faltan algunos. Contiene el oficio de Fiestas desde la Asunción hasta San Andrés, es decir del 15 de agosto al 30 de noviembre y por tanto dentro de esas fechas está la Solemnidad de San Martín.

Todo el libro es pautado, en página sin recuadro con caja de escritura entre 640 y 660 mm distribuida en 6 pentagramas de 65 mm. En las fiestas se orlan las páginas con flores y particularmente el oficio de San Martín hay un particular esmero con página orlada dos grandes viñetas y varias iniciales con representaciones más sencillas del santo. Se puede datar a comienzos del siglo XVIII y es probable que hayan intervenido varias manos en su realización no descartando que se haya podido realizar en algún monasterio

Las representaciones

La iconografía de San Martín en Ourense es rica en número y muy aceptable en calidad artística pero muy pobre en temas, se reduce prácticamente a dos, como soldado partiendo la capa con el pobre y como obispo ya sedente y más frecuentemente de pie, con las insignias pontificales. No hay ciclos con escenas de su vida como se dan en el arte francés con frecuencia, o en el español de otras geografías en donde no faltan milagros y la muerte del santo. Por ello hay que destacar que en el cantoral se incorpora al San Martín caballero y al Obispo, el tránsito del santo, dos veces y las restantes, quizá a falta de modelos reiteran al obispo en diversas actitudes.

Veamos con un poco de detalle la serie de las miniaturas. Destaca la gran inicial con la M de su nombre, que conforma una especie de arquería donde se representa a San Martín sobre un caballo blanco partiendo la capa con un pobre lisiado y medio desnudo, como fondo la alusión a las murallas de Amiens. Según cuenta la biografía "cuando contaba con 21 años, un frío día de invierno entra la tropa romana a la ciudad de Amiens, Francia, y Martín encuentra cerca de la puerta de la ciudad a un mendigo tiritando de frío, a quien da la mitad de su capa, pues la otra mitad pertenece al ejército romano. En la noche siguiente, Cristo se le aparece vestido con la media capa para agradecerle su gesto, diciéndole: "Hoy me cubriste con tu manto". Es tema con mucha aceptación y que ha hecho de este Martín compasivo un personaje muy popular. Completan la decoración dos jarrones muy del gusto barroco.

Otra miniatura también realizada con más empeño es una D en la que se representa la muerte de San Martín. Ha sufrido rozaduras que afectan a su integridad pero se ve claramente al santo con mitra en la cama con las manos juntas, rodeado de los clérigos, uno porta una gran cruz, que le ayudan a bien morir, en la cabecera un ángel. Su biografía destaca este momento: "Martín supo por revelación cuándo le iba a llegar la muerte y comunicó la noticia a sus numerosos discípulos. Estos se reunieron junto a su lecho de enfermo y le suplicaban llorando: "¿Te alejas padre de nosotros, y nos dejas huérfanos y solos y desamparados?". En respuesta, el santo mira hacia el cielo y ora: "Señor, si en algo puedo ser útil todavía, no rehuso ni rechazo cualquier trabajo y ocupación que me quieras mandar".

Una segunda capitular reitera el mismo tema con más simplicidad y mostrando al santo un clérigo una sagrada forma aludiendo con ello al viático. Y una tercera representa a Martín sólo en el lecho se supone que recibiendo la revelación sobre su muerte.

Las tres restantes acuden a la iconografía de Martín como obispo presentado en tres variantes, siempre con mitra y báculo. La más rica de las tres muestra a nuestro santo sedente en la cátedra episcopal, es una O y el miniaturista la rodeó de una vistosa orla de flores, dominando los tonos azules. Las otras de secundaria jerarquía en el libro, son una B y una O, en la primera el Obispo Martín de pie con el báculo y un libro y en la segunda en actitud orante como recibiendo inspiración del cielo.

Cumplen estas miniaturas con eficacia su misión de solemnizar un libro que servía para la liturgia tan esplendorosa del patrono cuando toda la catedral y toda la ciudad se vestían de fiesta y la capilla de música se esmeraba particularmente en subrayar con su aportación el gozo de celebrar a San Martín.

(*) Delegado de Patrimonio de la Diócesis.

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