El miercoles el Parlamento gallego se viste de gala para celebrar el Debate del Estado de la Autonomía, debate de política general que poca atención suele despertar en la ciudadanía pero permite a los periodistas evaluar el estado de forma de nuestros políticos, más que saber cómo va Galicia, pues las dos Galicias que se acostumbran a dibujar en estas sesiones son tan dispares que bien parece que los esquimales te cuentan su vida en Groenlandia a menos cuarenta grados y los beduinos sus penurias en el desierto. Más divergentes serán las visiones que se contrapongan, si en el horizonte más próximo hay una cita con las urnas, tan clave como la del 2O-D, donde sí o sí España se enfrenta a un cambio de etapa. El PP podrá seguir gobernando o no, los sondeos se lo ponen difícil, pero en la escena política los actores que cuentan se han multiplicado. Solo por la irrupción de Ciudadanos y Podemos en las Cortes, y el papel que pueden jugar en un escenario sin mayorías absolutas, en aras de la gobernabilidad, habrá cambio de etapa.
Al último debate del Estado de la Autonomía de la legislatura, llega el PPdeG en plan contrarreloj. Con una reforma de Gobierno, la semana anterior, que le permite amortiguar en parte las críticas que ya le tenía preparada la oposición para lanzar como la mejor de las artillerías. Feijóo admite "errores" pero ya puede exhibir las soluciones que ha puesto encima de la mesa, al cambiar a la conselleira de Sanidade por los "fallos" en el traslado al nuevo hospital de Vigo o al desdoblar la Consellería de Mar y Medio Rural. Y por si la oposición iba a caer en la tentación de presentarlo como un presidente con un pie y la cabeza ya en Madrid, se cura en salud y proclama hasta la saciedad y por activa y pasiva que su "compromiso está en Galicia", y así "lo deben saber los gallegos".
Feijóo explotará al máximo los datos que apuntan a una recuperación de la economía y ofrecerá a los ciudadanos "la mayor rebaja fiscal hecha en Galicia" y la promesa de convertir a la comunidad en la tierra con "las mayores atenciones a la infancia". El titular de la Xunta se dirige a las clases medias y a los jóvenes de treinta y cuarenta años que ven atractivo el proyecto de Albert Rivera y se fugan del PP.
Feijóo tomó la iniciativa con su crisis de gobierno y eso le da oxígeno de cara al debate, un debate donde está ausente el líder de la oposición porque no tiene escaño. Un exconselleiro de Touriño será el encargado de enfrentar la alternativa de la primera fuerza de la minoría. Besteiro, tocado por su imputación judicial y con dudas sobre si ha conseguido encarrilar la crisis del PSOE de Lugo y amarrar la Diputación lucense, añtano suDiputación, podrá seguir la escena desde la tribuna de invitados.
Besteiro jugaba la baza de que el PSdeG llegara al Debate con una Diputación más en su lista de haberes, la de Lugo, pero tensiones con el BNG dos días después de hacerse co n la presidencia, alimentan las dudas, y dejan a los socialistas sin éxito que vender. Es más están expuestos a las críticas de los populares. Es ináudito. Hace tres meses contra todo pronóstico el PPdeG era aupado a la dirección del ente provincial por un voto socialista díscolo, y ahora que la izquierda recupera la Diputación no pasan ni 72 horas para que PSOE y BNG se tiren los trastos a la cabeza. Mejor escenario no se podían imaginar en el PPdeG para vender los 'peligros' de los gobiernos de coalición.
La alternativa de la alternativa es Xosé Manuel Beiras, con 79 años. Su proyecto tras irse del BNG, AGE, parecía mortecino, por crisis internas y deserciones varias en una organización sin estructura, pero tomó impulso con las elecciones municipales y la victoria de las Mareas en A Coruña, Santiago y Ferrol, donde inflingió una las mayores derrotas al PPdeG. Pero el silencio en torno a su pacto con Podemos, del que poco se sabe a mayores de que es un pacto, no permite ilusionar a la ciudadanía deseosa de un cambio político. Organizaciones que hacen gala de total transparencia y nos cuentan que la alternativa a los partidos tradicionales surge de abajo hacia arriba y no por conchaveos entre cúpulas no pueden no contar qué pasa, que sus bases no sepan a menos de tres meses de las elecciones cómo se van a presentar. ¿Será la Marea Galega o será Podemos-la Marea?
Los comicios municipales constataron que en Galicia hay un espacio electoral para la izquierda alternativa. Beiras tuvo el olfato de verlo antes que nadie en España. Exploró esta opción ya en las elecciones de 2009 y le quitó la tercera posición al BNG en la Cámara gallega, pero los nuevos proyectos corren el riesgo de derrumbarse por inocencia, por falta de andamiaje e inexperiencia. Beiras es todo un referente en la política autonómica y ya ha escrito unas cuantas páginas de su historia, pero un líder no basta por sí solo para sostener un proyecto. Es indispensable, pero no suficiente.
¿Y el BNG? En la Unidad de Cuidados Intensivos y le urge un cambio en la bombona de oxígeno. En Euskadi, gobierna el PNV, y en Cataluña, el 47% de los votos del 27-S fueron a partidos independentistas y nacionalistas. Una quimera a día de hoy para la formación frentista.
