Se trata del teclista de "+Gente". No se puede ver "+Gente" sin ver al teclista de "+Gente". Pase lo que pase en el plató de "+Gente", detrás siempre está el teclista de "+Gente". Vista el vestido que vista la sinsustancia Anne Igartiburu, ponga la cara que ponga el florero Roi Groba, diga la gilipollez que diga la insoportable Carmen Lomana, tras ella, él y ello toca el teclado el teclista de "+Gente". No hay escapatoria. Da igual dónde esté el tiro de cámara, cómo encuadren los camarógrafos y qué trabajo haga el realizador con los enfoques y los escuadres: allí está el teclista de "+Gente". Veamos si quedó clara la situación con una pregunta: ¿Y si en "+Gente" se hace una transición de una imagen a otra desenfocando progresivamente la primera a medida que va enfocándose la segunda? Una pista: la respuesta empieza por "Da igual, todo da igual, detrás, al fondo, en un rincón siempre está€" y termina por "€el teclista de "+Gente".

En realidad, el teclista no es el problema. Quien tenga el valor de ver un programa así de birrioso, lo verá. Lo malo es darse cuenta de lo del teclista. Desde que uno se da cuenta, no puede dejar de mirarlo. ¿Qué hace ahí? ¿Por qué no para? ¿Por qué se empeña en bailar como si fuera Nacho Cano venido a menos? ¿Quién le contrató? ¿Tiene despacho en la sede del PP? ¿Es de origen extraterrestre? ¿Procede de la Atlántida? ¿Cada mañana su horóscopo dice que tendrá un día en el que tocará el teclado contra viento y marea mientras se balancea espasmódicamente de seis y media a nueve de la tarde?

Ahora que usted ya lo sabe, está perdido. Y da igual que intente fijarse solo en el logotipo de La 1 en la esquina de abajo. Y da igual que aparte la vista y mire por la ventana. Incluso da igual que cierre los ojos. En cuanto ponga "+Gente", le asaltará la constante cantinela de un teclado sonando que le recordará que, detrás, siempre detrás, está tocando el teclista de "+Gente".