Leyendo a Félix de Azúa me vino a las mientes el Banco de España (BdE). De Azúa analizó recientemente "La huida de los intelectuales", de la autoría de Paul Berman, adaptando las enseñanzas de su contenido al contexto español. Verbigracia, por qué pensadores y políticos perseguidos a ultranza, como Fernando Savater y Rosa Díez, gozan de menos simpatías entre los intelectuales orgánicos de los partidos de izquierda –o en el mejor de los casos de la misma equidistante simpatía– que sus perseguidores. Lo que se pregunta concretamente Berman es la razón profunda que lleva a periodistas del "prestigio y talento" de Ian Buruma o Timothy Garton Ash a confraternizar, hasta bailarle el agua, con Tariq Ramadan, intelectual musulmán que bajo una retórica moderna esconde la adscripción a las tesis de los Hermanos Musulmanes. Después de plantearse la pregunta, Berman desmenuza una serie de respuestas parciales más o menos atinadas. Sin embargo, siguiendo el principio de Occam, en presencia de varias causas, hipótesis o explicaciones posibles hay que optar siempre por la más sencilla. Y la más sencilla, que a Berman no se le ha pasado por las entendederas, es que a pesar de su "prestigio y talento" tanto Ian Buruma como Timothy Garton Ash quizás sean un par de pelagatos. Lo es, qué duda cabe, quien habiendo inventado la también prestigiada Alianza de Civilizaciones multiplicó por cinco la exportación española de armas y permitió vender todas las reservas de oro y plata del BdE, hasta el último lingote.

De hilo en ovillo, al preguntarme cómo es posible que –a pesar de su independencia, medios, y prestigio– el BdE haya dejado alumbrar y crecer el incendio de buena parte del sistema bancario español, llego a la conclusión que la explicación más sencilla es que esas hipótesis son puro cuento. La independencia no era tal; claramente lo vimos con el sometimiento del BdE al poder político en el "caso Conde" y por el nombramiento, posteriormente, como gobernador, de un militante del PSOE, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO). Tampoco hay pruebas tangibles de la supuesta competencia técnica del servicio de estudios ni del cuerpo de inspectores, al menos de los que no pasan al sector privado. Por ejemplo, el servicio de estudios del BdE fue incapaz de anticipar las consecuencias perversas que podría depararnos la entrada en el euro. En cuanto al cuerpo de inspectores, lo menos que podemos decir es que está aquejado de notable miopía. Y por lo que respecta al gobernador, no labró en parte alguna cortafuegos ni alertó del desmadre crediticio ni ayudó a poner en pie una reforma del sistema financiero, sólida y viable, de suficiente calado para tranquilizar a los mercados. Y tiempo tuvo.

A ningún observador objetivo y de buena fe le extrañará por tanto que con credenciales y hoja de servicios tan poco brillante MAFO presentara su dimisión. Sorprende más, no obstante, que se lamente el gobernador todavía en funciones por no haber podido auto-exculparse con una excusatio non petita en el Congreso de los Diputados al tiempo que invoca una campaña de desprestigio contra el BdE. Pero siendo la realidad la que es, queda completamente excluido, por pura salud democrática, que MAFO utilice el Congreso como caja de resonancia de un aparato mediático que politice a su favor y al de su partido una ejecutoria absolutamente nefasta ¿Tendremos que recordar que MAFO, además de militante socialista, fue secretario de Estado de Economía y secretario de Estado de Comercio con Felipe González y asesor del Grupo Prisa y director del programa económico de la SER? Por otra parte, "campaña de desprestigio" no es la denominación más adecuada para designar críticas ampliamente justificadas. A las que yo mismo he contribuido y no me duelen prendas reconocerlo sino todo lo contrario ("Qué sigan los recortes: recortemos el Banco de España", FARO 13/05/2012) ¿Pensaba el más alto responsable, nunca mejor dicho, del órgano supervisor del sistema bancario irse de rositas? Además, ahí está la hemeroteca del Decano, las críticas no han surgido por lo de Bankia sino que comencé a publicarlas hace casi tres años.

La crisis de BFA-Bankia quizás hubiera podido gestionarse mejor pero no es menos cierto que la entidad conforma un totum revolutum de varias Cajas con activos tóxicos que quedaron al nivel del bono basura con la morosidad e insolvencia que desencadenó esta segunda recesión. Todo ello se fraguó bajo la supervisión de MAFO. Ante esa situación, el actual Gobierno solo podía dejar quebrar las entidades fusionadas –con los consiguientes efectos sobre trabajadores, impositores y acreedores, más el temible contragolpe perverso de la contaminación del mercado– o nacionalizarlas. Ambas son soluciones de catástrofe pero la segunda es menos mala que la primera.

A río revuelto, los servicios de Inspección del BdE, dependientes de la Dirección General de Supervisión, se lamentan ahora de que las auditorías a los bancos las haya encargado De Guindos a agencias exteriores de las que aseguran no serán cómplices. A buenas horas mangas verdes. Es de notoriedad que los más competentes inspectores se van al sector privado, a los bancos o bien a agencias como Deloitte, PwC, E&Y, etc. Y es que lo del sector privado parece ser una querencia de los funcionarios del BdE. A modo de confirmación, recodemos la trayectoria profesional de los tres principales protagonistas del BdE en el caso Conde: Rojo, Martín y Pérez.

En el propio BdE se encastillan los menos cualificados o los inspectores más politizados. Prueba evidente de la politización es que en mayo 2006 –a Jaime Caruana le quedaba poco más de un mes para terminar su mandato de gobernador– los inspectores del BdE, agavillados por unos cuantos oportunistas, deseando ameritarse a los ojos de Pedro Solbes, vicepresidente y ministro de Economía, le enviaron una carta en la que decían no compartir "la complaciente actitud del gobernador ante la creciente acumulación de riesgos en el sistema bancario español derivados de la anómala evolución del mercado inmobiliario nacional". Dos meses después, con MAFO de gobernador, se olvidaron por completo de sus recomendaciones. Que ni siquiera retomaron cuando en 2007 se construyeron en España 700.000 viviendas a crédito ¿De qué campaña se lamentan?

*Economista y matemático