Somalia está catalogado por el Ministerio de Asuntos Exteriores como un país en el que el nivel de inseguridad y el riesgo de atentado son "muy elevados", debido al caos y a las luchas de clanes que imperan en el país desde hace más de quince años.

El derrocamiento del dictador Mohamed Siad Barré en 1991 abrió una etapa de enfrentamientos entre los llamados "señores de la guerra", que dividieron el territorio en parcelas controladas por sus respectivas milicias.

Según Exteriores, los crímenes violentos son comunes y el secuestro y el robo son un problema en la mayor parte del país, en especial, en la que región donde está enclavada la capital, Mogadiscio.

También se advierte de que los extranjeros y las personas que trabajan en organizaciones occidentales, incluidas las ONG y las de carácter religioso, han sido objeto de ataques.

El país está dividido en tres grandes áreas, Mogadiscio, Somalilandia -independiente desde 1991- y Puntlandia, donde han sido secuestradas la médico española Mercedes García y la enfermera argentina Pilar Bouza, ambas de Médicos Sin Fronteras (MSF).