El Ejército israelí perpetró ayer, en el 70.º aniversario de la fundación del país, una masacre de palestinos en la franja de Gaza, mientras a pocos kilómetros, en Jerusalén, Estados Unidos inauguraba su nueva embajada. El traslado de la legación desde Tel Aviv, decidido el pasado 6 de diciembre y consumado ayer, suscitó en Gaza las protestas de unas 40.000 personas, que se dirigieron contra la valla fronteriza en doce puntos y fueron repelidas con fuego real.

Cincuenta y ocho palestinos -incluidos ocho menores de 16 años- murieron, y alrededor de 2.700 -200 menores- fueron heridos. Israel acusó a los manifestantes de lanzar bombas incendiarias y artefactos explosivos al otro lado de la valla, además de detectar disparos de militantes de Hamás, a los que replicó con bombardeos de cinco supuestas instalaciones del grupo radical.

Sin embargo, la comunidad internacional, comenzando por la ONU, criticó la "desproporción" de medios empleados. En las siete jornadas de protesta llevadas a cabo en las últimas semanas habían perdido la vida en Gaza 53 palestinos.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, defendió el uso de la fuerza alegando que "todo país tiene la obligación de defender su territorio" y acusando a Hamás de "proclamar su intención de destruir Israel, y enviar con este fin a miles de personas para forzar la frontera". El presidente palestino, Mahmud Abás, calificó de "masacre" la agresión, declaró tres días de luto y anunció una huelga general para hoy, martes, día en el que los palestinos conmemoran la "Nakba" o salida de sus hogares tras la creación de Israel.

La ONU

El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, dijo estar en "shock" por la represión israelí e instó a Israel a "detener ya" sus ataques, porque "el derecho a la vida debe ser respetado". Reino Unido pidió "calma y control", mientras Francia, Alemania y la UE reclamaron un uso de la fuerza "estrictamente proporcional". Turquía consideró a EE UU corresponsable de la "matanza", junto a Israel, e insistió en el agravamiento de la situación que se deriva del traslado de la embajada a Jerusalén. Irán denunció que Israel "masacra a innumerables palestinos a sangre fría mientras protestan en la prisión al aire libre más grande del mundo", Gaza.