Corea del Sur silenció ayer los enormes altavoces que emiten mensajes propagandísticos a los soldados norcoreanos desplegados en la frontera entre los dos países, en un gesto de reconciliación antes de la cumbre bilateral del próximo viernes.

El sábado, con la misma intención, Corea del Norte anunció la congelación de su programa de ensayos nucleares y de de misiles balísticos, en lo que Seúl consideró un fuerte gesto de distensión.

Representantes de los dos países se reunieron ayer en la zona desmilitarizada para concretar las medidas de protocolo y seguridad que rodearán la cumbre de esta semanas entre el norcoreano Kim Jong-un y el surcoreano Moon Jae-in.