Para frenar la inmigración ilegal, el gobierno francés presentó ayer un controvertido proyecto de ley que busca endurecer la política migratoria y de asilo y que han criticado incluso miembros del partido del presidente Emmanuel Macron.

El texto prevé, entre otros, reducir a un máximo de seis meses el proceso de solicitud de asilo y facilitar la reconducción a la frontera de los inmigrantes que no hayan obtenido este amparo. Será discutido en consejo de ministros, antes de ser enviado al parlamento en abril.

El proyecto, que según el primer ministro Edouard Philippe respeta los principios de "humanidad y eficacia", ha desatado una ola de críticas incluso dentro de la mayoría centrista. La medida que más críticas ha recibido es el aumento del periodo de retención administrativa de los inmigrantes en proceso de expulsión que pasaría a 90 días, el doble del límite actual.