El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, invitó ayer al presidente surcoreano Moon Jae-in a participar en una cumbre en Pyongyang. La invitación fue transmitida por Kim Yo Jong, la hermana del dirigente norcoreano que visita Corea del Sur con motivo de los Juegos Olímpicos de invierno de Pyeongchang-2018.

El líder norcoreano se declara dispuesto a reunirse con Moon "lo más pronto posible". Si llegara a producirse, sería la tercera cumbre de este tipo después de las reuniones que el padre del actual dirigente norcoreano, Kim Jong Il, mantuvo en Pyongyang con los presidentes surcoreanos Kim Dae-jung y Roh Moo-Hyun en 2000 y 2007, respectivamente.

El encuentro podría generar discordia entre Moon, partidario del diálogo con el Norte, y el presidente estadounidense Donald Trump, que hasta hace pocas semanas intercambiaba insultos personales y amenazas apocalípticas con Kim. Washington advierte ahora sobre los peligros de "la operación de seducción" olímpica del régimen norcoreano. Además exige que Pyongyang demuestre, antes de cualquier negociación, que está dispuesto a renunciar a su programa nuclear militar, después de que el propio Kim se vanagloriara recientemente de que su país se había convertido en "un Estado nuclear de pleno derecho". Tras meses de silencio sobre su participación en los Juegos Olímpicos, Corea del Norte aceptó finalmente enviar al Sur una amplia representación de atletas.