Un polémico informe elaborado por republicanos y que supuestamente destila un sesgo contrario a Donald Trump del FBI y el Departamento de Justicia verá la luz finalmente hoy, a pesar de que la agencia federal de seguridad pone en entredicho su veracidad.

La mayoría de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes votó este lunes a favor de la difusión del informe y Trump debía tomar una decisión antes del fin de semana. Una fuente de la Casa Blanca confirmó ayer a "Reuters" que el documento verá la luz en unas horas.

Este miércoles, el FBI advirtió que había tenido "escasa oportunidad" de examinar el documento. Solo "el día antes de que la Comisión votase a favor de su publicación". "Como expresamos durante nuestra revisión inicial, tenemos graves dudas sobre omisiones que afectan fundamentalmente a la exactitud", alegó la agencia federal en una nota.

El insólito comunicado supone, en términos políticos, el primer pulso público entre el actual director de la agencia, Christopher A. Wray, y Trump. También se ha agravado la división entre republicanos y demócratas en el Congreso y los líderes del partido del burro en ambas cámaras, Chuck Schumer y Nancy Pelosi, han reclamado la destitución del presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara Baja, Devin Nunes.

El núcleo de la controversia es un documento de cuatro páginas basado en informaciones reservadas y redactado por Nunes. Ese informe se basa en escuchas que el FBI realizó a un integrante de la campaña de Trump en 2016, en el marco general de las investigaciones sobre la injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales, la denominada trama rusa.

Para los republicanos, el dosier prueba que el FBI se nutrió de informaciones del Partido Demócrata a fin de obtener autorización para vigilar a un miembro del equipo de campaña del magnate, en un caso evidente, denuncian, de abuso de poder.

En cambio, para los demócratas, el memorando y su publicación es una maniobra para debilitar al FBI y con ello cuestionar la investigación sobre los lazos entre la campaña de Trump y funcionarios rusos. Según esta versión, con la divulgación del informe se busca desprestigiar al fiscal especial Robert Mueller, que dirige la investigación sobre la supuesta colusión entre Trump y el Kremlin, en un momento en el que Mueller puede llamar a declarar al magnate.