El Gobierno de Estados Unidos ha incluido a China y Rusia como "el desafío central" al que se enfrentan las Fuerzas Armadas norteamericanas, en la medida en que considera que la principal preocupación a nivel de seguridad ya no es tanto el terrorismo como la "competición estratégica interestatal".

Así figura en los once páginas desclasificadas de la nueva Estrategia de Defensa Nacional, en la que se establece que "las competiciones estratégicas a largo plazo con China y Rusia son las principales prioridades" del Departamento de Defensa, según los extractos recogidos por medios estadounidenses.

El peso de ambos países requeriría inversiones "aumentadas y sostenidas", según dicho documento, que alude a las acciones militares chinas en el mar de China Meridional o a las intervenciones rusas en Georgia, Ucrania y la península de Crimea.

"Nos enfrentamos a amenazas crecientes de potencias revisionistas tan diferentes como China y Rusia, países que buscan crear un mundo de acuerdo a sus modelos autoritarios", ha explicado el jefe del Pentágono, Jim Mattis, en la presentación de la estrategia, la primera de este tipo al menos desde 2014.

A pesar de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha aludido en varias ocasiones a sus deseos de mejorar relaciones tanto con Moscú como con Pekín, ambos gobiernos han sido señalados de forma recurrente en los análisis que ha elaborado Washington a nivel diplomático y de seguridad.

El documento también alude como prioridades a Corea del Norte --aboga por aumentar las defensas de misiles para hacer frente a potenciales amenazas-- y a actores no estatales como los grupos terroristas islamistas.

Llamamiento presupuestario

La estrategia está llamada a marcar, entre otras cuestiones, las prioridades de gasto del Departamento de Defensa, por lo que Mattis ha aprovechado la presentación para recriminar al Congreso su falta de compromiso en materia de financiación.

En este sentido, ha lamentado que los legisladores se limiten a pasar cada cierto tiempo medidas presupuestarias a corto plazo solo para evitar el conocido como 'cierre' de Gobierno, que implica la suspensión de los servicios públicos no esenciales. "Necesitamos un presupuesto y previsibilidad presupuestaria si queremos mantener nuestra supremacía militar", ha reclamado Mattis.

Estados Unidos destina anualmente a sus Fuerzas Armadas más de 587.000 millones de dólares, frente a los 162.000 millones que dedica China y los 45.000 millones de Rusia.

Rusia lamenta la decisión

El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha lamentado que Rusia y China sean consideradas como amenazas en la nueva estrategia de defensa de Estados Unidos y ha recriminado al Gobierno de Donald Trump que utilice este tipo de conceptos "en vez de mantener un diálogo normal y basarse en el Derecho Internacional".

Para Lavrov, Washington está intentando "probar su liderazgo" con el documento que ha divulgado parcialmente este viernes el Departamento de Defensa norteamericano y en el que tanto Moscú como Pekín figuran como "el desafío central" al que se enfrentan las Fuerzas Armadas norteamericanas.

El jefe de la diplomacia rusa ha asegurado en la sede de la ONU en Nueva York que, a pesar de estas alusiones, Rusia "está dispuesta a dialogar y debatir las doctrinas militares, tal como lo hacía antes", informa la agencia de noticias oficial Sputnik.

Lavrov ha advertido de que la "cooperación" entre Washington y Moscú es clave para mantener la estabilidad y evitar "riesgos", pero ha agregado que antes Trump debe "contrarrestas las intrigas políticas internas" y en la que "se juega la carta rusófoba". El ministro ha apostado por un diálogo basado "en la igualdad y el respeto mutuo".