Las negociaciones para formar un nuevo Gobierno alemán entre el bloque conservador de la canciller en funciones, Angela Merkel, el Partido Liberal (FDP) y los Verdes prosiguieron esta semana, pero solo se alcanzaron acuerdos mínimos sobre protección del clima y la política europea. De hecho, los principales escollos de las negociaciones son, precisamente, en la cuestión ambiental y en la política de inmigración.

El ambiente en las negociaciones, según fuentes cercanas a las mismas, fue tenso debido a discrepancias en la interpretación de los acuerdos de reuniones anteriores, centradas en temas económicos y fiscales. Pero, además, en dos de los asuntos que se abordaron en la ronda de esta semana, celebrada el jueves, la protección del clima y la política migratoria, se constataron grandes diferencias entre la CDU y los Verdes.

Los partidos llegaron no obstante a un acuerdo para mantener las metas de reducción de emisiones para 2020, 2030 y 2050 y reiteraron su apoyo al Acuerdo de París sobre el clima, aunque hay discrepancias sobre el camino a seguir. Antes de comenzar las conversaciones, la CSU, el ala bávara de la CDU de Merkel, y los liberales habían cuestionado las metas nacionales de reducción de emisiones.

Para alcanzar el objetivo de reducir las emisiones un 40% con respecto al nivel de 1990, los Verdes consideran que es necesario cerrar rápidamente las veinte centrales eléctricas que funcionan con carbón y que son las más contaminantes. Además, quieren el abandono total del carbón para 2030, punto en el que no están de acuerdo ni el FDP ni parte de la CDU, y poner una fecha concreta al fin a los motores de combustión.

La política europea fue otro de los puntos de fricción, y en las redes sociales circuló una lista con los temas sobre la mesa, desde el diseño de la nueva arquitectura financiera y la prevención de crisis hasta las relaciones con el Reino Unido, pero sin entrar en detalles concretos.

"El mensaje más importante es que todos los partidos defienden un curso proeuropeo", dijo el secretario de organización de los Verdes, Michael Kellner, en su cuenta de Twitter.

Las escasas filtraciones de las reuniones revelan que aún falta mucho para llegar a acuerdos sólidos y que el primer paso es lograr una confianza entre las partes que, en opinión de algunos negociadores, todavía no existe.

Así las cosas, el líder del Partido Socialdemócrata (SPD) alemán, Martin Schulz, exigió ayer que se convoquen nuevas elecciones en el país si Merkel no logra cerrar una coalición de gobierno con liberales y verdes.

"No entraremos en una gran coalición", aseguró en una entrevista con los medios del grupo Funke, después de que su partido gobernara la pasada legislatura junto a Merkel y se hundiera en las legislativas del 24 de septiembre con los peores resultados de su historia, el 20,5% de los votos.