Más de 230 personas murieron y más de 200 resultaron heridas, muchas de ellas en estado crítico, como consecuencia del mayor atentado con bomba de la historia de Somalia, el perpetrado el sábado en Mogadiscio con un camión explosivo.

El último balance emitido fue confirmado a la emisora internacional Voice of America (VOA) por el portavoz de la Cámara alta del Parlamento somalí, Abshir Mohamed Ahmed, dado que las fuerzas de seguridad tienen por el momento prohibido hacer declaraciones oficiales sobre la cifra de fallecidos por los correspondientes motivos de seguridad.

La detonación ocurrida el sábado 14 en torno a las 15.00 horas provocó una onda expansiva que se pudo percibir con nitidez en toda la capital, así como una columna de humo negro de tres kilómetros de altura. En el epicentro se encontraba la intersección K5, donde se encuentran los restaurantes, sedes del Gobierno somalí y hoteles.