Tres palestinos de nacionalidad israelí y dos policías israelíes murieron ayer, día de oración musulmana, en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén durante un ataque terrorista perpetrado por los primeros contra las fuerzas del orden desplegadas en ese espacio de oración y recogimiento. El incidente, muy poco usual en la Explanada, movió a Israel a decretar el cierre de la zona, lo que no ocurría en día de rezo desde 1990. La medida obligó a miles de musulmanes, que no pudieron acceder a la mezquita de Al Aqsa, a orar en calles aledañas. La Policía israelí detuvo al gran muftí de Jerusalén, máxima autoridad musulmana de la ciudad, cuando intentaba acceder a la Explanada, considerada el tercer lugar más sagrado del islam.

El atentado se desencadenó cuando los tres árabes israelíes abrieron fuego contra agentes de la Policía de Frontera de Israel desplegados junto a la Puerta de los Leones, dentro de la Ciudad Vieja, en el Jerusalén ocupado. Dos agentes resultaron gravemente heridos y fallecieron tras ser hospitalizados. Los tres agresores, que portaban armas de fuego y armas blancas, fueron abatidos.