El presidente de EE UU, Donald Trump, que todavía no ha mostrado especial interés en ponerse en contacto con los principales líderes de la Unión Europea, tuvo ayer una conversación telefónica con la primera ministra británica, Theresa May, en la que quedó de manifiesto que ambas partes consideran "una prioridad" mantener la vitalidad del vínculo transatlántico que une a los dos países.

May llamó por teléfono a Trump para felicitarle por su victoria en los comicios y este la invitó a visitar Estados Unidos "lo antes posible" para fortalecer la privilegiada relación bilateral. La líder conservadora expresó su deseo de "fortalecer la relación bilateral en materia de comercio e inversiones", sobre todo con vistas a la salida de Reino Unido de la UE, que Londres tiene previsto poner en marcha antes de finales de marzo del próximo año.

"Nuestros dos países siempre han permanecido juntos, como estrechos aliados, cuando más lo necesitaban", subrayó May. "Tenemos una larga historia de valores comunes". Trump resaltó sus lazos personales y empresariales con Reino Unido, país que calificó de "lugar muy, muy especial" tanto para él como para Estados Unidos.

Entre tanto, la comisaria europea de Política Regional, Corina Cretu, anunció ayer en Teruel que la Comisión invitará a Donald Trump a celebrar una cumbre que prepare el terreno a las relaciones bilaterales de los próximos cuatro años.