Mientras los conservadores británicos cierran filas en torno a la próxima primera ministra, en el principal partido de oposición las aguas bajan revueltas. El líder laborista, Jeremy Corbyn, vio ayer agrandada la brecha que le separa de su grupo parlamentario. La que hasta ahora era su secretaria de Energía en el "gabinete en la sombra", Angela Eagle, anunció su candidatura para disputarle el liderazgo de la formación.

La decisión sobre cómo se disputa esta batalla interna está ahora en manos del Comité Nacional Ejecutivo laborista (NEC, por sus siglas en inglés), formado por diputados, sindicalistas, eurodiputados y grupos socialistas, que tiene que decidir si Corbyn puede ser automáticamente candidato a la reelección o si, al igual que Eagle, necesitará del respaldo de 51 parlamentarios para presentarse.

Tras el triunfo del "Brexit" en el referéndum del 23 de junio, el 80% de los diputados de la formación le retiraron la confianza a Corbyn y más de 30 miembros de su equipo de trabajo dimitieron.

Eagle explicó ayer ante la prensa que su formación vive momentos difíciles por la falta de liderazgo y rechazó que se haya embarcado en una "misión suicida". "Estoy aquí para ganar. No daré un paso atrás para permitir que el Reino Unido sea un estado de un solo partido, el 'tory'. Le debemos mucho a millones en nuestro país que nos pidieron ayuda" al votar por los laboristas, subrayó Eagle, partidaria de la permanencia del Reino Unido en la UE en el referéndum.

Además de reconocer que su objetivo es cerrar heridas en la formación, Eagle agregó que también busca que el laborismo sea una alternativa creíble de Gobierno, "preparado y equipado para servir" al país.