El expresidente francés Nicolas Sarkozy defendió ayer, a través de sus abogados, que sólo está imputado por lo que calificó de "infracción formal" en la campaña presidencial de 2012 y subrayó que, con independencia de las acusaciones, sigue pudiendo ser candidato en las presidenciales de 2017, a condición de que gane las primarias de su partido (Los Republicanos, ex UMP). Sarkozy fue imputado el martes tras ser interrogado doce horas por los jueces que investigan el caso Bygmalion, en el que se analizan irregularidades de financiación en campaña. Los jueces sospechan que pudo haber excedido el límite de gastos, dato ocultado en una doble contabilidad, de modo que lo que sus abogados califican de "infracción formal" sería un caso de financiación ilegal.