El presidente de Irán, Hasan Rohani, afirmó durante una rueda de prensa con su homólogo francés, François Hollande, que el Estado Islámico es el principal problema de Siria, al tiempo que insistió en que el pueblo sirio debe decidir su futuro, en alusión a la continuidad en el poder de Bashar al Assad.

"El problema en Siria no se refiere a su gente, sino al terrorismo y al Estado Islámico", aseguró Rohani tras ser preguntado sobre las concesiones que estaba dispuesto a realizar sobre Al Assad. "Depende de la población siria decidir sobre aquello que concierne a su país", agregó. Rohani también indicó que cumplirá con los compromisos adoptados bajo los términos del acuerdo nuclear suscrito este verano con el Grupo 5+1, aunque recordó que las potencias firmantes deben hacer lo mismo y retirar las sanciones internacionales contra el régimen.

La disidencia iraní en el exilio protestó en París contra la visita del presidente de Irán con una marcha que avanzó pisoteando fotos del líder de la revolución islámica, Ruholá Jomeini.

Antes de recorrer las calles, varios centenares de personas se concentraron para denunciar las ejecuciones del régimen iraní.

Por su parte, la organización feminista Femen recibió al presidente iraní con el ahorcamiento simbólico de una de sus activistas desnuda de cintura para arriba y con la bandera iraní pintada en el pecho. Femen indicó que con esa imagen, con la Torre Eiffel de fondo, su intención es denunciar la situación de los derechos humanos en Irán.