Las negociaciones que desde hace semanas mantienen los socialistas portugueses con los marxistas del Bloque de Izquierda y con el Partido Comunista culminaron ayer con sendos pactos bilaterales de gobierno. Estos dos acuerdos permitirán plantear una moción de censura victoriosa contra el Gobierno del conservador Passos Coelho, que el lunes presentará su programa de gobierno ante la Asamblea.

Los tres partidos de izquierda cuentan con 122 de los 230 diputados portugueses, mientras que la coalición centro-derechista (PSD-CDS-PP), la más votada en las elecciones del pasado 4 de octubre, solo reúne 108. Los socialistas habían exigido un programa de Gobierno alternativo para aprobar la presentación de una moción de censura, ya que, explicaron, su objetivo no es derribar a Passos Coelho sino gobernar.

Los detalles de los dos acuerdos firmados por los socialistas con sus futuros socios no han sido desvelados. El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, correligionario de Passos Coelho, dio posesión hace justo una semana al nuevo Ejecutivo conservador. Cavaco anunció el encargo en un discurso televisado a la nación en el que se acogió a la tradición de encomendar la formación de Gobierno al grupo más votado. De ser derribado el Ejecutivo de Passos Coelho, lo más lógico sería que Cavaco encargase formar gabinete al líder socialista, Antonio Costa, si bien la Constitución le permite reconducir a Passos Coelho, recomendándole un entendimiento con los socialistas, o incluso encomendarle la dirección de un gobierno en funciones hasta las próximas elecciones, que, por imperativo legal, no podrán ser convocadas hasta seis meses después de la constitución de la Asamblea, por lo que no se celebrarían antes de finales de mayo o incluso junio.

No obstante, destacados constitucionalistas portugueses han señalado en las últimas semanas que esta opción es anticonstitucional cuando está probada la posibilidad de formar un gobierno alternativo.