El bloque de derecha salió hoy claramente ganador de las elecciones generales en Suiza, en las que se ha elegido a los miembros de las dos cámaras del Parlamento, que en diciembre tendrán la responsabilidad de decidir la formación del Ejecutivo federal de siete miembros.

Estas elecciones confirman el riesgo de que la política suiza se aleje del "centrismo" que la ha caracterizado en las últimas décadas -gracias a un sistema político de concordancia- y se deslice hacía una derecha ultraconservadora, como han dicho temer numerosos análisis y políticos de otras tendencias.

Las primeras proyecciones nacionales, dadas prácticamente como definitivas y a la espera de que termine el escrutinio, aseguran que que el partido de derecha UDC -de corte populista, liberal en lo económico y ultraconservador en lo social- aumentaría su grupo parlamentario con once nuevos miembros.

Con ello, la UDC, que habría recibido el apoyo del 28 por ciento de electores, tendría un total de 65 escaños en el Consejo Nacional (Cámara de Diputados).

"Estos resultados indican un apoyo claro al UDC, que se ha centrado en la problemática de la migración. Vemos una gran ola migratoria hacia Europa y esto preocupa a los suizos. El resto de partidos y el Gobierno federal siempre han dicho que el asilo no es un problema y que todo iba bien, pero vemos que no es así", dijo el presidente del partido, Tony Brunner.

Sostuvo que actualmente "en Suiza ya no diferenciamos a los inmigrantes económicos de los refugiados y por esto el pueblo reclama otras soluciones".

La Cámara de Diputados cuenta con un total de 200 escaños, de los que el otro partido de derecha, el Radical-Liberal(PLR), tendría 33 escaños, con un 16,4 por ciento de votos.

En porcentaje de votos, sin embargo, el UDC y el PLR sólo habrían progresado un 1,4 y un 1,3 por ciento, respectivamente.

Su salto en cuanto a escaños ganados se explica por el sistema electoral suizo, que permite que pequeños partidos se "aparejen" con agrupaciones de alcance nacional y les traspasen sus votos, cuando estos no les permiten obtener una representación propia en el legislativo.

Los partidos de corte ecológico, Verde y Verde-Liberal, perderían once lugares en el Parlamento, y dos el Partido Socialista.

El asilo y la migración fueron los temas centrales de la campaña electoral, durante la cual las preocupaciones económicas y sociales quedaron relegadas a un segundo plano.

"La UDC ha aprovechado al máximo su conquista ideológica y dictó los temas y el ritmo de la campaña", comentó el historiador Philippe Bender respecto al nuevo avance de un partido que algunos califican de extrema derecha.

El presidente del Partido Socialista, Christian Levrat, reconoció que la próxima legislatura "será evidentemente más difícil que en los últimos cuatro años".

Levrat hizo el análisis contrario al de los líderes de los partidos de derecha al enfatizar que contando los votos obtenidos por la derecha (UDC más PLR) se llegaría a un 44 por ciento, lo que interpretó como la demostración de que "la mayoría de suizos rechaza un gobierno de derecha absoluta".

El profesor de ciencias políticas de la Universidad de Ginebra, Pascal Sciarini, opinó que las elecciones de hoy han supuesto "un movimiento de gran amplitud, mucho más importante de lo que habíamos imaginado o de lo que proyectaban los sondeos".

Recordó que las encuestas anticipaban que, como mucho, el UDC ganaría seis escaños.

Sciarini consideró que la baja tasa de participación, en torno a un 42,5 por ciento, fue uno de los factores que favoreció al partido de ultraderecha, que tradicionalmente "ha sabido movilizar a su electorado".

La clara inclinación a la derecha que tendrá probablemente la Cámara Baja contrasta con la estabilidad (de centro) que la votación de hoy habría confirmado para la Cámara Alta, donde el Partido Socialista incluso conseguiría una leve progresión.

Ambas tienen las mismas competencias y estar de acuerdo para hacer avanzar reformas o nuevas leyes.

Además de legislar, una de las funciones más importante del Parlamento suizo es elegir al gobierno colegiado, conformado por siete miembros que actualmente representan a los cinco principales partidos políticos.

Esa elección tendrá lugar el próximo 9 de diciembre y los representantes del UDC han adelantado hoy que reclamarán un segundo asiento por ser la fuerza política más votada, lo que lo haría pasar de una tendencia centrista a una de derecha.