La ONU aprobó ayer un nuevo programa para el desarrollo, cuyo objetivo último es terminar con la pobreza extrema en todo el mundo en un plazo de quince años. El documento recibió el visto bueno en el inicio de una cumbre de tres días que reunirá en la sede de Naciones Unidas en Nueva York a unos 150 jefes de Estado y de Gobierno.

El documento, dividido en 17 grandes áreas, recibe el nombre de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sustituye a los anteriores Objetivos de Desarrollo del Milenio, puestos en marcha en 2000 y que vencen este año, un programa que se cierra con algunos éxitos, pero también con numerosos incumplimientos.

La reducción de la pobreza era una de las principales metas del plan anterior, pero la de ahora el objetivo es borrarla del mapa. Al inicio de la sesión, tanto el primer ministro danés, Lars Lokke Rasmussen, como el presidente ugandés, Yoweri Musenevi, ambos copresidentes de la cumbre, recordaron que el programa anterior permitió sacar de la extrema pobreza a mil millones de personas.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó que estos objetivos surgen del proceso más inclusivo en la historia de la ONU. Están implicados los 193 estados miembros de la organización, miles de oenegés y representantes del sector privado.

"Si combinamos todos estos números, serán cerca de 8,5 millones de personas y organizaciones las que han sido consultadas sobre qué tipo de planeta y qué tipo de futuro quieren que tengamos. Y hemos tomado nota del mensaje", afirmó Ban.

La Unión Europea calificó de paso importante para la acción global la Agenda 2030. "Este acuerdo es un acontecimiento histórico y un importante paso adelante para la acción mundial sobre el desarrollo sostenible", declaró el vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans.

Entre las participaciones previstas para ayer en la cumbre estaba la de Felipe VI, quien debía fijar la posición española ante la nueva agenda.

A la reunión también asistió el ministro José Manuel García Margallo. La cita sirvió para que ambos intercambiaran puntos de vista sobre las relaciones bilaterales entre España y Jordania, así como aspectos de la situación política internacional, con especial atención a Oriente Próximo, según fuentes de la Casa Real.

Durante su estancia en Nueva York, el Rey Felipe se reunió con el expresidente norteamericano Bill Clinton en la sede de su fundación y estaba previsto que se entrevistara con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, así como con otros mandatarios internacionales.