Un grupo de talibanes liberó ayer a 355 presos, 148 de ellos pertenecientes a grupos yihadistas, en el asalto a una cárcel en el sur de Afganistán, en el que murieron al menos tres asaltantes y cuatro miembros de las fuerzas de seguridad de la prisión.

El ataque se produjo la madrugada pasada en la prisión central de Ghazni, capital de la provincia homónima, cuando los insurgentes detonaron un coche cargado de explosivos en la puerta principal de la penitenciaría, según informo el portavoz del gobernador regional, Shafiq Nang. Según la fuente, el ataque estaba muy bien planificado y, tras la explosión inicial, varios insurgentes lograron entrar en la prisión, donde se inició un enfrentamiento con los guardas que causó, además de los cuatro agentes muertos, otros siete heridos.

El Ministerio de Interior afgano explicó que de los 436 presos, 355 fueron liberados y que ha lanzado una operación policial para detener a los fugitivos, lo que ha permitido la captura, hasta el momento, de tres de ellos. Los talibanes reivindicaron el ataque a través de la cuenta de Twitter de su portavoz, quien dijo que en el asalto murieron "40 policías", aunque los talibanes suelen dar información sesgada.