La reportera húngara Petra Laszlo, que el pasado martes saltó a los medios de comunicación de medio mundo por zancadillear y propinar patadas a varios refugiados sirios, se enfrenta a una pena de uno a siete años de cárcel. En su posible delito concurre la circunstancia agravante de que, además del padre y el hijo a los que zancadilleó, dio patadas a otros varios refugiados, por lo que su violencia está dirigida contra miembros de un colectivo. Laszlo, que fue expulsada de inmediato de la cadena ultraderechista para la que trabajaba, ha sido denunciada por diversas formaciones opositoras húngaras, entre ellas la Coalición Democrática del ex primer ministro socialdemócrata Ferenc Gyurcsány.

Luego de que se difundieran las imágenes en las que Laszlo, provista de una mascarilla, agrede a los refugiados, se abrió en Facebook un muro bautizado como "Muro de la vergüenza de Petra Laszlo", que ayer por la tarde sumaba ya más de 30.000 adhesiones.

También se inició la localización de la identidad del hombre zancadilleado, quien ha resultado ser Osama Al-Ghadab, entrenador de fútbol del Al-Fotuwa Sc de la liga de siria, que vivía en la ciudad de Deir Ezzor y huyó a Turquía ante la amenaza de los yihadistas del Estado Islámico. El hijo que llevaba en brazos tiene siete años y se llama Zaid. Osama Al Ghadab decidió marcharse de Turquía tras vivir allí año y medio en condiciones muy precarias.