El ministro italiano de Exteriores, Paolo Gentiloni, advirtió ayer que el empeoramiento de la crisis migratoria amenaza con desgarrar el "alma" de la Unión Europea y con poner en duda los Acuerdos de Schengen para poder moverse libremente. Durante el fin de semana más de 4.700 "sin papeles" fueron rescatados en el Canal de Sicilia. Simultáneamente, una marea de entre 6.000 y 8.000 refugiados logró cruzar la frontera desde Macedonia hasta Serbia.

Gentiloni alertó de que las dramáticas escenas del viernes y el sábado en la frontera entre Grecia y Macedonia, en las que los inmigrantes, a pesar de los gases lacrimógenos, llegaron a romper el cordón de seguridad, representan una amenaza real para la libre circulación de personas en todo el continente. El ministro italiano aseguró que Europa corre el riesgo de mostrar "lo peor de sí misma: el egoísmo y las disputas entre los estados miembros".

El vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, cree que la avalancha de refugiados que está recibiendo su país es "el mayor reto desde la reunificación" y que el Estado debe actuar "con toda la dureza" contra los neonazis que atacan centros de acogida.

El también ministro de Economía y líder del Partido Socialdemócrata asumió que Alemania "deberá cambiar dramáticamente" su política de refugiados para estar a la altura de las circunstancias. El Gobierno germano elevó esta semana a 800.000 el número de peticionarios de asilo que espera recibir este año, cuatro veces más que en 2014. La canciller Angela Merkel y el presidente francés, François Hollande, abordarán hoy esta crisis.

A los 4.400 inmigrantes rescatados en la última operación en el Canal de Sicilia se sumaron en las últimas horas otros 300 que fueron socorridos por la Guardia Costera italiana cuando se encontraban a bordo de tres lanchas neumáticas. En total, se localizaron 22 embarcaciones, 16 lanchas neumáticas y 6 barcazas frente a las costas de Libia, de donde habían zarpado a la vez.

Un primer grupo de inmigrantes llegó durante la noche del sábado al domingo a Lampedusa, la isla más cercana a las costas africanas, mientras que para mañana ya se han preparado seis puertos sicilianos para recibir al resto.

Con esta nueva oleada suman ya 110.000 los inmigrantes llegados a Italia por el Mediterráneo desde enero y, de estos, 89.000 aún están en instalaciones de acogida. La situación en Italia y en otros países como en Grecia, a cuyas islas llegan cientos y cientos de personas, llevó al ministro Gentiloni a cargar contra la UE.

Una oleada de entre 6.000 y 8.000 refugiados llegó en las últimas 24 horas a la localidad serbia de Presevo, a 8 kilómetros de la frontera con Macedonia, una cifra que va en aumento. Más cerca de la línea divisoria hay un centro de acogida con más de 5.000 personas.

El motivo de esta riada humana podría ser que Macedonia ha organizado trenes de inmigrantes hacia Serbia. Además, parece haberse acelerado el registro en los pasos fronterizos. El flujo de refugiados intenta cruzar el país hacia el norte y el centro de Europa. Su destino es Alemania y Suecia. Según el Gobierno de Belgrado, 2.000 personas transitan diariamente por el país.