Uno de cada cuatro diputados alemanes tiene ingresos añadidos a su sueldo parlamentario, según un estudio realizado por la Fundación Otto Brenner, cercana al sindicato del metal, IG Metal. En febrero, el Parlamento aprobó subir el sueldo a los diputados desde 8.252 euros mensuales a 9.082. Dos terceras partes de los diputados con ingresos extra pertenecen a la CDU de la canciller Merkel.