La UE pierde cada día que pasa más adeptos entre los ciudadanos de los países que la integran. La última prueba del auge del euroescepticismo es una encuesta publicada ayer por el diario británico "The Sunday Telegraph". El sondeo hace constar que el 46% de los británicos respondería "no" a la pregunta: "¿Piensa que el Reino Unido debería permanecer como miembro de la Unión Europea?".

De entre los encuestados, sólo el 30% aboga por continuar en la UE y un 44% defiende la inmediata convocatoria de un referéndum sobre la pertenencia del Reino Unido a la UE, una exigencia que la semana pasada condujo a la rebelión de más de cien diputados del Partido Conservador del primer ministro, David Cameron.

Cameron había prometido convocar esa consulta si gana las elecciones de 2015, pero al sector más euroescéptico de los "tories" -que incluye a dos ministros del Gobierno- no le basta esa promesa; sobre todo, después de que Cameron, que gobierna en coalición con los liberales demócratas de Nick Clegg, excluyera toda referencia a ese asunto del "discurso de la Reina" para el próximo curso legislativo.

Ante la insurrección de parte de sus correligionarios, el "premier" tuvo que prometer que la consulta se celebrará -siempre que venza en las urnas- antes de que acabe 2017 y se vio obligado a proponer ya una pregunta, precisamente la que se formula en el sondeo del "Telegraph".

En la encuesta, el Partido Laborista parte como favorito para ganar los comicios generales de 2015, tres puntos por delante de los conservadores de Cameron, lo que reduce a la mitad la distancia que había entre ambas formaciones.

Con el 32 por ciento de intención de voto para los laboristas y el 29 por ciento para los "tories", el Partido Liberal Demócrata bajaría un punto, hasta el 16 por ciento, mientras que el euroescéptico y ultraconservador UKIP, la gran revelación de las recientes elecciones municipales, obtendrá un 15 por ciento.

Otro sondeo, éste publicado por "The Independent on Sunday", sitúa a la formación que dirige Nigel Farage en tercer puesto en intención de voto, con un 19% de los sufragios, una subida de cuatro puntos con respecto al mes de abril.

Sin embargo, el auge del euroescepticismo no es exclusivo del Reino Unido. En los países más castigados por la crisis, la desconfianza hacia la UE alcanza porcentajes mucho más elevados, como el 81% de Grecia y el 72% de España, que eran precisamente donde el club comunitario tenía más apoyo.