Tras 48 horas enclaustrado con los miembros de su Gobierno de coalición en una abadía de Siena, en la Toscana, el primer ministro italiano, Enrico Letta, hizo pública ayer la "hoja de ruta" para sus primeros cien días de Gobierno. La prioridad número uno es la reforma de la ley electoral, acompañada de medidas estrella como la relajación de la presión fiscal sobre los empresarios, los incentivos al empleo juvenil y la abolición del polémico IMU, el impuesto sobre la primera vivienda.

"Es necesario dar una seguridad a la ley electoral, porque así no se puede volver a votar", dijo Letta en rueda de prensa tras el enclaustramiento, aunque no precisó por dónde irán los tiros. El actual sistema electoral -diferente para la Cámara y el Senado- unido a la fragmentación del voto son las causas de que el Partido Demócrata (PD, al que pertenece Letta) no consiguiese formar su propio Gobierno tras las elecciones del pasado 24 y 25 de febrero.

Llamamiento

Letta hizo un llamamiento a sus ministros -en especial a los del conservador PDL de Berlusconi- para que se abstengan de mezclarse en disputas partidistas. La llamada sigue a la polémica suscitada por la presencia, el pasado sábado, del viceprimer ministro, Angelino Alfano, en una manifestación en Brescia contra la judicatura y en defensa de Berlusconi.

Precisamente, la fiscalía de Milán pidió ayer seis años de cárcel para Berlusconi por el caso Ruby, en el que está acusado de prostitución de menores y abuso de poder, tras considerar probado que mantuvo con ella relaciones sexuales remuneradas cuando todavía era menor.

La fiscalía pide, además, la inhabilitación vitalicia de Berlusconi para ejercer cualquier cargo público. El ex primer ministro respondió diciendo que las peticiones de pena de la fiscalía están "inspiradas por los prejuicios y el odio".