El primer ministro británico, David Cameron, y el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguraron ayer que comparten la necesidad de crear un gobierno de transición en Siria, aunque ambos mandatarios reconocieron las amplias diferencias que aún les separan sobre cómo poner fin al conflicto sirio.

Cameron, que se reunió con Putin en Sochi, junto al mar Negro, tres días después de la visita a Moscú del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, apoyó la propuesta conjunta ruso-estadounidense de celebrar a fines de mes una conferencia internacional sobre Siria, a la que serán invitados tanto miembros del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, como de la oposición armada. No obstante, Cameron insistió en que el encuentro debe cristalizar en un gobierno de transición.

Putin, que ha apoyado al presidente sirio, Bashar al Assad, durante los dos años de conflicto, indicó que ambos tienen "interés común en acabar con la violencia lo antes posible y en iniciar el proceso de paz", así como "mantener Siria como un estado unido soberano".

Entre tanto, Estados Unidos sigue debatiéndose en la duda casi hamletiana de armar o no armar a la oposición siria. Su secretario de Defensa, Chuck Hagel, aseguró ayer que su Gobierno es consciente tanto de las consecuencias de tomar medidas militares respecto a Siria como de no hacerlo, a medida que la violencia sectaria en el país "se intensifica".

Haggel aseguró que el Gobierno de Obama aún está evaluando "cuándo, quién y cómo" utilizó las armas químicas que, según anunció él mismo hace dos semanas, se han empleado en Siria.

Ayer seguía coleando, por otra parte, la inquietud generada el jueves por las declaraciones del jefe de Hezbolá, Hasán Nasralá, quien anunció que recibirá armas de alta tecnología de Siria y apoyará los intentos sirios por recuperar los altos del Golán, ocupados por Israel en la Guerra de los Seis Días, de 1967.

El presidente del Líbano, Michel Suleiman, replicó ayer a Nasralá que las armas de Hezbolá deben ponerse a disposición del Ejército libanés para la defensa ante una posible agresión israelí. Hezbolá, única milicia que no fue desarmada al término de la guerra civil libanesa (1975-1990) con el argumento de que es un grupo de resistencia frente a Israel, rechaza entregar sus armas.

Tensión entre judíos ultras y mujeres en el Muro de las Lamentaciones - Las inmediaciones del Muro de las Lamentaciones de Jerusalén fueron ayer escenario de momentos de tensión entre judíos ultraortodoxos y las conocidas como Mujeres del Muro, que por primera vez pudieron rezar en este simbólico centro del judaísmo conforme a las tradiciones. Para los ultras, se trata de la "profanación" de un "templo sagrado". En la foto, los ultraortodoxos tocan silbatos y se tapan los oídos en protesta contra las mujeres.