Un alto cargo de la seguridad iraquí eleva al menos a 110 la cifra de muertos por los cerca de veinte ataques coordinados perpetrados a última hora del martes en barrios de Bagdad habitados mayoritariamente por chiíes.

La agresión parece obra de los terroristas de Al Qaeda y ha incluido no menos de 17 explosiones de coches bomba y otros ataques. "El nuevo Al Qaeda ha comenzado otra vez su trabajo en Irak (...) La situación es muy mala", ha declarado la fuente, bajo condición de mantener el anonimato, citada por 'Los Angeles Times'. Con amplia diferencia, se trata de la cifra de víctimas mortales más alta dada hasta el momento.

El dirigente de seguridad ha advertido además de que el punto muerto en el que se encuentra la política iraquí tienta al desastre. La violencia "va a peor", asegura, al tiempo que vaticina que si no se forma pronto un gobierno nacional la situación podría llegar a ser peor que en 2005, en pleno recrudecimiento de la guerra.

Tras los últimos ataques, el Gobierno estudia la imposición de un toque de queda en la capital para evitar más atentados terroristas.

En la actualidad, Irak se encuentra inmerso en una crisis gubernamental ante la incapacidad de los partidos de lograr un acuerdo para formar un nuevo Ejecutivo tras las elecciones legislativas del pasado 7 de marzo.

Las formaciones políticas llevan meses en medio de negociaciones, dentro y fuera del país, porque ninguna de las coaliciones que se presentó a las elecciones logró los escaños suficientes para poder formar gobierno en solitario.

Además, a comienzos de septiembre pasado, EEUU dio por finalizada su misión de combate en Irak tras la retirada de la mayoría de sus fuerzas, que quedaron reducidas a menos de 50.000 soldados que permanecerán en el país árabe hasta su repliegue total, previsto para finales de 2011.