El izquierdista José Mujica, un ex guerrillero de 74 años que pasó trece años en la cárcel, asumió hoy la presidencia de Uruguay en una jornada de gestos simbólicos, como el baño de multitudes que se dio por las calles de Montevideo y el saludo que recibió de las Fuerzas Armadas y la Policía.

Mujica, ganador de las elecciones del pasado 29 de noviembre con el Frente Amplio (FA), prometió el cargo en un emotivo acto en el Palacio Legislativo, donde su mujer, Lucía Topolansky, le tomó la declaración constitucional por ser la senadora más votada en las pasadas elecciones.

"Querida Lucía", comenzó su discurso el flamante mandatario, que estuvo flanqueado por su vicepresidente, Danilo Astori, y los legisladores del FA, que tiene mayoría en el Senado y en la Cámara de Diputados.

Al acto acudieron, entre otros, varios "amigos latinoamericanos", como el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, además de la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, y el Príncipe Felipe de Borbón.

Mujica se convirtió así en el segundo mandatario de izquierdas en la historia del país al sustituir a Tabaré Vázquez, compañero suyo en el FA, que horas después le colocaría la banda presidencial en la Plaza Independencia, en plena ebullición ciudadana.

Su investidura se produce además exactamente 25 años después de que Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000) se convirtiera en el primer presidente de la transición tras la dictadura que gobernó el país de 1973 a 1985, considerada un paréntesis para una nación de tradición democrática.

En su discurso de investidura, que terminó con un "patria para todos y con todos", Mujica abogó por buscar la "concertación" con la oposición, los empresarios y los sindicatos, por encima del "conflicto".

Vestido con un traje oscuro, una camisa blanca y un pañuelo del mismo color en la solapa, una indumentaria poco habitual en el ex guerrillero, prometió generar transformaciones por un plazo de "treinta años", no del Frente Amplio sino del sistema de partidos, que es "sabio y potente".

Dijo que las aéreas prioritarias de su Gobierno serán la infraestructura, la cultura, la matriz energética, y la seguridad ciudadana.

Otras de sus metas serán la reforma del Estado, vista con reticencias por los funcionarios, y reducir la pobreza, para lo cual apelará a la formación de los jóvenes.

Al salir del Parlamento, el nuevo gobernante se desplazó hasta la Plaza Independencia en el denominado "Pepemóvil", una camioneta descubierta que funciona con electricidad, adaptada para la ocasión.

Miles de uruguayos, la mayoría con las banderas de color rojo, azul y blanco del Frente Amplio, siguieron el paso del vehículo presidencial por la Avenida del Libertador y la Avenida 18 de julio.

En el trayecto, Mujica no pudo resistir la tentación y se bajó del "Pepemóvil" para saludar a la gente, dando una muestra más de su desapego al protocolo, que le ha valido críticas de sus detractores pero que los expertos consideran en parte la razón de su éxito.

Mujica, ex ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Vázquez, es un hombre de origen humilde, que vive con su esposa en una "chacra" (granja) en un barrio obrero de las afueras de Montevideo, donde cultivan flores y hortalizas.

Por su militancia guerrillera en los años sesenta y setenta estuvo preso trece años. La mayor parte del tiempo durante la dictadura militar pero también con gobiernos constitucionales en una época de fuerte confrontación social.

Tras el restablecimiento de la democracia se incorporó a la vida democrática de la mano del Movimiento de Participación Popular, uno de los 20 grupos que forman el Frente Amplio, y actualmente el más influyente de este bloque político.

La sombra de su pasado guerrillero volvió a planear, sin embargo, en el acto de transmisión de mando celebrado en la Plaza Independencia.

Allí, los trece ministros que ha designado, entre los que hay dos mujeres y dos ex guerrilleros que también estuvieron presos, asumieron sus cargos.

Después Mujica recibió con el rostro circunspecto el saludo de las Fuerzas Armadas y de la Policía, entre los aplausos de la mayoría del público y algunos gritos contra la institución castrense y los policías por su participación en la represión durante la dictadura.

Una anécdota menor en una jornada festiva que terminó con varias actuaciones musicales en el mismo escenario, donde Mujica se unió a "Los Olimareños" para cantar el tema folclórico "A Don José", dedicado al libertador uruguayo José Gervasio Artigas.