El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, reclamó ayer al presidente checo, Vaclav Klaus, que deje de poner obstáculos "artificiales" a la ratificación del Tratado de Lisboa, recordó que fue el propio Klaus quien solicitó el ingreso de su país en la UE y llegó a amenazar a Praga con perder a su comisario en el futuro Ejecutivo comunitario si se niega a estampar su firma en el texto.

"Sin el Tratado de Lisboa, si mantenemos (el Tratado de) Niza, tenemos que reducir el número de comisarios. Por lo tanto, la única manera que tiene la República Checa de garantizar que mantiene su comisario es que el Tratado de Lisboa esté en vigor", dijo Barroso en rueda de prensa junto al primer ministro checo, Jan Fischer, con quien se reunió en la sede de la Comisión Europea para abordar las condiciones que Klaus ha puesto para ratificar el Tratado.