Una operación conjunta de la OTAN y el Ejército afgano acabó el viernes con el cabecilla talibán Gulam Yahya Akbari, quien murió en el distrito de Guzara dos días después de que, muy cerca, en Syah Washan, también en la provincia occidental de Herat, falleciera el cabo español Cristo Ancor Cabello en un atentado con una mina anti tanque. La inteligencia afgana cree que Akbari es el responsable de la colocación de la bomba que mató al militar canario.

Akbari tenía en Herat su principal zona de influencia. Sin embargo, un portavoz policial afgano no pudo confirmar ayer por completo que fuera quien planeó el atentado que mató a Cabello.

Las fuerzas aliadas aseguraron hace dos días que este líder insurgente, sin nombrarlo, era "responsable" de colocar bombas al paso de vehículos de las fuerzas afganas y de la OTAN, aunque no confirmó su fallecimiento.

Apoyo aéreo

El jefe talibán murió en el transcurso de una operación que contó con apoyo aéreo. "El comandante Gulam Yahya Akbari y doce de sus hombres fueron abatidos", declaró el general Jalandar Shah Behnam a la cadena "Al Yazira" y a la agencia oficial china, "Xinhua".

Akbari, conocido como "el talibán tayiko", fue alcalde de la ciudad de Herat antes de que los radicales islámicos asumieran en 1995 el control de la provincia, de la que pasó a ser después su ministro de Obras Públicas. Fue expulsado del cargo por el actual Gobierno afgano del presidente Hamid Karzai en 2008, momento en el que decidió tomar las armas.

El fallecido comandante no se reconocía a sí mismo como talibán pero su grupo, los Muyaidines de Herat, mantiene una estrechísima relación con las fuerzas insurgentes, a las que concede refugio y aprovisionamientos, y con las que comparte el objetivo de imponer la sharia o ley islámica en todo el país.