No hay mejor campaña publicitaria que la que levanta polémica. Seguramente con esta premisa, los responsables de promocionar Amsterdam diseñaron una campaña con fotomontajes de políticos como Obama o Putin en situaciones comprometidas. El presidente de EE UU y el de Rusia fueron retratados en un cartel con camisetas con la leyenda “Bésame, estoy borracho”. Para evitar denuncias, no tardaron en retirar las imágenes, realizadas para la fiesta del Día de la Reina del 30 de abril. Los carteles son montajes con caras de políticos en imágenes de años anteriores de la celebración, calificada como “la mejor fiesta del mundo”. Sí mantedrán el cartel de Sarkozy y Berlusconi bañados en naranja, sonrientes y mejilla con mejilla, pese a que ya recibieron quejas de la Embajada de Holanda. Hillary Clinton está presente en otro montaje.