El general Suleimán, que se reunirá también con el titular de Defensa, Ehud Barak, realiza la primera visita de un alto funcionario del Gobierno egipcio a Israel desde la toma de posesión del Ejecutivo de Netanyahu, el pasado 1 de abril.

La visita cobra especial interés pues es la primera que efectúa un dignatario egipcio a este país después de la asunción del cargo del ultraderechista Lieberman como jefe de la diplomacia israelí, que ha vertido en el pasado declaraciones anti-egipcias.

Lieberman dijo hace unos meses en el Parlamento israelí (Kneset) que el presidente egipcio, Hosni Mubarak, podría "irse al infierno" si continuaba rechazando visitar el Estado judío y también sugirió en el pasado que su país bombardease la presa egipcia de Asuán.

El ministro de Exteriores egipcio, Ahmed Abul Gheit, dijo a principios de este mes que no estrecharía la mano de su homólogo israelí Lieberman y que éste no "pondrá un pie en el territorio egipcio mientras continúe con la posición que hemos visto en el pasado".

Israel ha tratado de rebajar la tensión con su aliado más importante en la región, el primer país árabe y vecino con el que firmó un tratado de paz, que ha cumplido su trigésimo aniversario este año.

Egipto ha desempeñado un papel fundamental en las conversaciones para un canje de prisioneros entre Israel y el movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto en la franja palestina de Gaza, que fracasaron poco antes de la toma de poder del nuevo Gobierno israelí.

El primer ministro israelí se reúne hoy con altos mandos de seguridad para analizar las vías para lograr la liberación del soldado Guilad Shalit, cautivo en manos de Hamás desde junio de 2006.