El Rey de Bélgica, Alberto II, de quién formalmente depende la decisión final, no ha admitido aún la dimisión, por lo que en teoría el Ejecutivo sigue en funciones, aunque en la práctica se han suspendido todas las reuniones previstas para hoy que no tuviesen que ver directamente con la crisis política.

El soberano mantiene desde anoche reuniones con los líderes políticos del país para intentar poner fin a la incertidumbre lo antes posible.

Este mediodía se entrevistó con el ministro de justicia, Jo Vandeurzen, que fue el primero en renunciar al cargo ayer, y posteriormente se ha reunido con los presidentes del Congreso, Herman Van Rompuy, y del Senado, Armand De Decker.

Está previsto que en el curso de la tarde reciba a los líderes de los cinco partidos que forman la coalición gubernamental -el liberal francófono Didier Reynders (MR) y el flamenco Bart Somers (Open VLD); el socialista francófono Elio Di Rupo (PS); la democristiana francófona Joelle Milquet (CDH) y la flamenca Marianne Thyssen (CD&V)-, con los que ya se entrevistó anoche.

El contexto de crisis económica actual y la necesidad de cerrar decisiones sobre cuestiones urgentes -desde los presupuestos para 2009 hasta el discurso de Noche Buena del Rey- hacen pensar a los analistas que se adoptará una solución provisional rápida.

Según la radiotelevisión pública RTBF, lo más probable parece que Alberto II opte por mantener la base del Gobierno actual y designar un primer ministro de transición hasta las elecciones regionales del próximo junio, pero de momento ninguna de las hipótesis ha sido confirmada.

Entre los posibles candidatos al puesto aparecen nombres como el del propio presidente de la Cámara de Diputados, Herman van Rompuy, el ex primer ministro belga, Jean-Luc Dehaene, e incluso el predecesor de Leterme, el liberal flamenco Guy Verhofstadt.

No se descarta, tampoco, que esta tarde se produzca un consejo de ministros extraordinario para abordar esos asuntos urgentes que quedaron pendientes al estallar la crisis gubernamental.

La Casa Real ha confirmado que los contactos se prolongarán todo el fin de semana, pero se espera al menos contar con una solución antes del miércoles.

Los periódicos tanto francófonos como flamencos han criticado duramente a Leterme y han llegado incluso a afirmar que se trata "del peor primer ministro desde la posguerra".

El diario Le Soir afirma en un editorial que la dimisión del Ejecutivo "no es ninguna catástrofe" ya que era incapaz de ejercer el poder seriamente con transparencia y eficacia.

El flamenco De Morgen titula que es el fin de un Gobierno que hay que olvidar lo más rápido posible y se refiere a Leterme como "el hombre de las grandes promesas sin cumplir".

Leterme llegó al poder tras ganar las elecciones en junio de 2007 y desde entonces ya ha presentado cuatro veces su dimisión: los dos primeros se produjeron durante los nueve meses que tardó en formar el Gobierno y el tercero llegó en julio de este año ante las dificultades para sacar adelante la reforma institucional.

La última crisis gubernamental se desató ayer tras la publicación de un informe del Tribunal de Casación belga que señala "serios indicios" de que el gabinete del primer ministro había presionado a los jueces que han de decidir en el expediente Fortis, la entidad más importante del país y el principal empleador privado.

El propio Leterme reconoció que su jefe de gabinete mantuvo contactos con el marido de una de las magistradas, aunque insistió en que, en ningún caso, se trató de influir u obstaculizar el procedimiento judicial.