Los sindicatos griegos rechazaron el llamamiento hecho por el primer ministro, Costas Karamanlis, a cancelar la multitudinaria manifestación prevista para hoy con motivo de la huelga general de 24 horas, con el fin de evitar nuevos disturbios. El primer ministro había hecho el llamamiento con el fin de evitar nuevos actos de violencia, después de cuatro días de disturbios en todo el país. Además, se celebró el funeral por el joven Alexandros Grigoropoulos, cuya muerte inició los enfrentamientos, al que asistieron unas 5.000 personas.

Durante el acto y después de él, continuaron los enfrentamientos entre manifestantes y policía, incluyendo el lanzamiento de bombas incendiarias y gases lacrimógenos. Por su parte, el líder del opositor Partido Socialista (PASOK) George Papandreou, pidió al Gobierno que dimita y convoque elecciones anticipadas.

"Nuestra respuesta es que la huelga y la manifestación se celebrarán como estaba previsto", señaló el portavoz de la mayor confederación de trabajadores del país, la GSEE, Stathis Anestis. La huelga de hoy había sido convocada en protesta por las políticas económicas de Gobierno conservador del primer ministro, pero Karamanlis había solicitado su cancelación con el fin de evitar nuevos disturbios.

Los dirigentes sindicales y la oposición argumentan su negativa a suspender los actos porque las reformas del Gobierno han empeorado la situación de una quinta parte de los griegos, que se sitúan por debajo del umbral de la pobreza. "El Gobierno ya no tiene la confianza de la gente", dijo el líder del Partido Socialista. "Lo único que puede hacer este Gobierno es dimitir y dejar a la gente que emita su veredicto", sentenció Papandreou, que pidió comicios anticipados.

Por otro lado, más de 5.000 personas asistieron al entierro del joven Alexandros Grigoropoulos, de 15 años, que falleció el sábado por el disparo de un policía, y cuya muerte fue el detonante de los disturbios. De hecho, después de la ceremonia, se produjeron enfrentamientos en las afueras del cementerio. La policía informó de que ya han detenido a 200 personas.

Protestas masivas

Las protestas llegan al menos a 10 ciudades de Grecia, un país miembro de la UE y que tiene 11 millones de habitantes. Entre las zonas afectadas por los enfrentamientos se encuentran las zonas turísticas de Creta y Corfú. En las ciudades norteñas de Salónica y Ioannina los manifestantes se enfrentaron a la policía y quemaron contenedores. Mientras tanto, en Atenas, más de 130 tiendas han sido destruidas. En total, en todo el país, más de 100 edificios han sido destruidos, y más de 50 personas han resultado heridas.

Por otro lado, durante la mañana de ayer, unas 10.000 personas rodearon el Parlamento griego, provocando la intervención de la policía antidisturbios. Tras más de una hora de enfrentamientos, los antidisturbios, equipados con escudos y máscaras de gas, lanzaron gases lacrimógenos para disolver la multitud.