En el área todavía continúan algunos combates, aunque, según recogió el ministerio de Defensa en un comunicado, los rebeldes de los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) se están retirando "rápidamente".

"Tropas del Task Force 1 del Ejército han entrado en el bastión del LTTE de Puneryn esta mañana", anunció Defensa.

Según la nota, las tropas avanzaron a lo largo de la costa y lograron cortar la comunicación de Puneryn - a las puertas de una pequeña península- con la localidad de Nallur, tras lo cual maniobraron hacia la ciudad y penetraron en ella.

Puneryn era el último bastión naval del LTTE en la costa oeste y era aprovechado por los rebeldes como base para sus operaciones de artillería de largo alcance contra las posiciones del Ejército.

La guerrilla había capturado Puneryn en noviembre de 1993, tras una ofensiva exitosa contra una base militar en la que se hicieron con valiosas piezas de artillería y acabaron con la vida de cientos de soldados.

La ciudad da además a la laguna de Jaffna, y había sido usada por los rebeldes como punto de partida para sus razias contra las posiciones del Ejército en la península norteña del mismo nombre.

Con la conquista de Punaryn, la guerrilla ha perdido ahora parte de su control sobre la laguna, lo que incrementa el cerco sobre su capital de hecho, Kilinochchi, y también sobre el estratégico paso del Elefante, donde suelen tener lugar violentos combates.

La reivindicación militar coincide con la aprobación en el Parlamento -prevista para hoy- de los nuevos presupuestos del Gobierno ceilanés, que proponen un aumento cercano al siete por ciento en los gastos de Defensa, hasta los 1.600 millones de dólares.

Apoyadas por la artillería y la aviación, las tropas ceilanesas han conquistado en los últimos meses gran parte del territorio en manos del LTTE, y operan ya a unos pocos kilómetros de Kilinochchi.

El LTTE ha luchado durante 25 años contra el Gobierno de Sri Lanka en reivindicación de un estado para los tamiles en el norte y el este de la isla del Índico.

Casi 100.000 personas han muerto desde entonces víctimas de la violencia.