"En vez de investigar y encontrar a los responsables por la mala construcción de las escuelas, las autoridades recurren a los campos de trabajo para silenciar y encerrar a los ciudadanos preocupados como el profesor Liu Shaokun", dijo HRIC en un comunicado.

Profesor y director de la Escuela Intermedia de Guanghan, en la ciudad de Deyang (provincia suroccidental de Sichuan), Liu fue detenido el pasado 25 de junio por "expandir rumores y destruir el orden social", según la ONG con sede en Hong Kong.

Las autoridades explicaron a sus familiares que el maestro era investigado como "sospechoso del delito de incitar a la subversión", una acusación que Pekín utiliza con frecuencia contra disidentes, activistas y todo aquel que critique al régimen.

El terremoto del pasado 12 de mayo, con epicentro en Sichuan, dejó casi 90.000 muertos y desaparecidos, entre ellos más de 10.000 niños que perdieron la vida en el derrumbe masivo de escuelas.

A pesar de que el Gobierno prometió una investigación, hasta el momento no se ha producido, por lo que los padres han dicho que cuando terminen los Juegos Olímpicos irán a Pekín a exigirla.

Los campos de reeducación por el trabajo son un sistema de detención administrativa adoptado por China en 1957 que permite a la policía privar de libertad a personas sospechosas de delitos menores sin necesidad de ser sometidas a un juicio.

La ONU y grupos pro derechos humanos han criticado este tipo de práctica, que China se planteó modernizar el año pasado y que le permite imponer condenas de hasta cuatro años, aunque normalmente los reclusos recobran la libertad tras uno o dos años de encarcelamiento.