"Creo que una paz histórica, conseguida con esfuerzo y duradera, que pueda traer la seguridad a la zona, está al alcance de la mano", dijo Brown ante la cámara legislativa, después de iniciar su intervención en hebreo felicitando al Estado de Israel por su sexagésimo aniversario.

El primer ministro británico describió al actual liderazgo de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) como "los mejores socios con los que ha contado Israel en una generación" para alcanzar la paz.

Al mismo tiempo, exhortó a Israel a cesar sus actividades en los asentamientos judíos, a evacuar las colonias de Cisjordania en un futuro acuerdo de paz, mientras dijo que los palestinos deberán cumplir sus obligaciones en materia de seguridad.

Poco antes, su homólogo israelí, Ehud Olmert, afirmaba en un discurso de bienvenida al plenario, que después de ocho meses de negociaciones de paz con los palestinos, aún quedan grandes obstáculos en el camino.

"Quedan aún profundos desacuerdos en cuestiones fundamentales (...) Pero pueden ser zanjadas", agregó el primer ministro de Israel.

Israelíes y palestinos reanudaron el proceso de paz en la conferencia de Annapolis (EEUU) celebrada en noviembre. Allí se comprometieron a lograr un acuerdo antes de final de año, que siente las bases para el establecimiento de un Estado palestino.

Brown afirmó que el Reino Unido irá en ayuda de Israel si su "paz, estabilidad o existencia" se encuentran en peligro.

También criticó el "completamente aborrecible" llamamiento a su destrucción por el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.

"A quienes cuestionan el mismísimo derecho de Israel a existir y amenazan las vidas de sus ciudadanos por medio del terrorismo les decimos: el pueblo de Israel tiene derecho a vivir aquí, en libertad y seguridad", precisó.

Al referirse al programa atómico iraní, subrayó que su país "seguirá liderando", junto con EEUU y "nuestra Unión Europea", la "determinación" para impedir que Teherán desarrolle armamento nuclear.

Dos días después de que las negociaciones sobre este tema quedasen en punto muerto en Ginebra, Brown advirtió a Irán de que tiene que elegir entre "suspender su programa nuclear" y aceptar la oferta de la comunidad internacional o "afrontar un creciente aislamiento y la respuesta colectiva, no de una, sino de muchas naciones".

El dirigente británico definió además los logros de Israel en sus sesenta años de historia como una manifestación de la "infinita capacidad de la mente y el espíritu".

Tras declararse "un amigo de Israel" durante toda su vida, Brown habló de la gran admiración que siente por el Estado judío, inculcada por su padre, un pastor de la Iglesia de Escocia, que hablaba hebreo e impulsaba el peregrinaje de grupos a Tierra Santa.

El dirigente británico abandonó la zona tras el discurso en el Parlamento, después de visitar durante dos días Israel y los territorios palestinos en la primera ocasión como jefe del Gobierno.

Por la mañana, se entrevistó con los ministros israelíes de Exteriores, Tzipi Livni, y Defensa, Ehud Barak, así como con el líder de la oposición, el ex jefe de Gobierno Benjamín Netanyahu.

Ayer, se entrevistó y cenó con Olmert, tras visitar la ciudad cisjordana de Belén, donde se reunió con el presidente palestino, Mahmud Abás, y su homólogo en Cisjordania, Salam Fayad.

En la ciudad donde la tradición sitúa el nacimiento de Jesús, el primer ministro británico defendió "una solución justa" al conflicto palestino-israelí "basada en el establecimiento de dos estados con Jerusalén como capital para los dos pueblos".