Una fuente del palacio presidencial afgano informó a Efe de que Obama aterrizó esta mañana en el aeropuerto de Kabul.

Tras su llegada, Obama se desplazó a Bagram, localidad situada 60 kilómetros al noroeste de la capital afgana donde se encuentra la mayor base estadounidense del país, y después voló a la provincia oriental Nangarhar, donde visitó a las fuerzas de EEUU desplegadas en la zona y se reunió con comandantes norteamericanos.

Obama ya se encuentra de nuevo en Kabul para reunirse con el presidente afgano, Hamid Karzai, según la misma fuente, a pesar de que una fuente del Ministerio afgano de Exteriores había asegurado a la agencia PAN que la reunión entre ambos tendría lugar mañana.

Fuentes militares de EEUU consultadas por Efe se negaron a desvelar la agenda del candidato a la Casa Blanca, e incluso la embajada de EEUU en Kabul rehusó confirmar que Obama esté en suelo afgano.

De los casi 53.000 militares de la OTAN desplegados en Afganistán, cerca de la mitad son estadounidenses, y Washington tiene además bajo mando directo a otros 12.000 soldados.

La gira del senador de Illinois incluye Israel, Jordania, Francia, Alemania y el Reino Unido.

El candidato republicano, John McCain, ya apuntó que Obama podría ir a Irak este fin de semana, aunque finalmente el senador demócrata ha escogido Afganistán como su primer destino.

Obama tenía previsto visitar el país centroasiático este verano, y los medios estadounidenses dieron por sentado que sería durante esta gira, aunque la campaña del senador demócrata no lo confirmó por razones de seguridad.

El pasado 15 de julio, Barack Obama reiteró su compromiso de acabar la guerra de Irak si gana las elecciones e insistió en que tras lograr ese objetivo se concentrará en luchar contra Al Qaeda y la insurgencia talibán en Afganistán.

Según Obama, la concentración en Irak ha propiciado un deterioro de la situación en Afganistán y ha hecho posible que la red terrorista Al Qaeda se haga fuerte en la frontera de Pakistán con Afganistán, donde predomina la etnia pastún, la propia de los talibanes.

Es en el tercio meridional de Afganistán, fronterizo con Pakistán, donde tienen lugar los combates más violentos entre las fuerzas internacionales y afganas y la insurgencia talibán, que tiene sus mayores bastiones en las provincias de Helmand y Kandahar.

Al otro lado de la frontera, en el noroeste paquistaní, la inteligencia estadounidense sospecha que se esconden importantes líderes de la insurgencia talibán y de Al Qaeda, entre ellos Osama Bin Laden.

El Gobierno paquistaní que se formó tras los comicios de febrero ha apostado por dialogar en su territorio con aquellos grupos islamistas que quieran deponer las armas, una medida que no ha gustado en Kabul y que incluso llevó a Karzai a asegurar que el Ejército afgano golpearía a líderes talibanes en Pakistán si es necesario.