El Gabinete de ministros israelí dio ayer su aprobación para efectuar el intercambio de prisioneros del grupo chií Hizbolá por dos de sus soldados, Ehud Goldwasser y Eldad Regev, secuestrados por las milicias del grupo en 2006 tras un incidente que sirvió de detonante para la guerra libanesa-israelí de hace dos veranos.

La semana pasada, 18 de los 25 ministros que conforman el Gabinete dieron su aprobación al intercambio, ratificado en la sesión de ayer tras escuchar las opiniones del jefe de los servicios de inteligencia israelíes (Mossad), Meir Dagan, el director de la sección de inteligencia interior, Yuval Diskin así como el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Gabi Ashkenazi; y ante la insistencia de Olmert en cubrir todos los aspectos del debate, que calificó como "una cuestión del más alto orden moral".

El primero ministro reconoció ayer haber "vacilado profundamente" a la hora de aceptar el posible acuerdo, ya que es muy posible -según reconoció el propio primer ministro- que los dos soldados ya no se encuentren con vida.

Por otra parte, Israel reabrió ayer varios pasos fronterizos con Gaza, tras cuatro días cerrados en respuesta al lanzamiento de cohetes palestinos contra su suelo, que puso en jaque la tregua con las milicias de la franja iniciada hace diez días. Desde las ocho de la mañana, el paso comercial de Sufa, así como los de acceso de combustible de Nahal Oz y de personas de Erez, volvieron a la actividad, aunque con ciertas restricciones.